The White Lie!
Capítulo 3 - Aquel estante alto - Patriarcas y Profetas
por Walter Rea
Ellen y su "staff "estuvieron bien atareados desde 1860 hasta 1880. Quizás recordando el libro que le había regalado J. N. Andrews, ella bajó Paradise Lost de aquel "estante alto" y se puso a trabajar en su visión de la gran controversia, que habría de ser el tema, no sólo de un libro, sino de todos los cuatro tomos del Espíritu
de Profecía (predecesor de la Serie Conflicto de los
Siglos).1
El Paradise Lost de John Milton fue de gran ayuda para
ella. Las ideas de Milton acerca de la lucha en favor de la
justicia en los tribunales celestiales, así como algunas de sus
mismas palabras, fueron entrelazadas en escenas tan vívidas que
aún hoy día algunas personas sufren pesadillas cuando las leen.
La historia de Ellen expande el poema de Milton y comenta, no
sólo la guerra en el cielo, sino también la guerra en la tierra,
de principio a fin. Satanás está en control la mayor parte del
tiempo, entrando y saliendo de los sucesos humanos, dondequiera
que Dios se lo permite, y causando confusión general, hasta que
recibe su merecido castigo en las siete últimas plagas, la
destrucción de la tierra, y la caída final del telón, el lago de
fuego.
Ahora, todo esto puede sonarles familiar a
algunos—y lo era. Otros, incluyendo el canon, habían usado
este tema en mayor o menor grado. Pero los lectores de Ellen
habrían de pensar que sus descripciones eran más brillantes, más
claras, y más auténticas que todas las que se habían conocido
antes. El Review y otras publicaciones publicitarias
Adventistas habrían de anunciar sus escritos y sus "visiones"
como lo más grande en existencia.2 Y he aquí que la gente
comenzó a comprar. El primer tomo del Espíritu de Profecía
(1870) habría de seguir el bosquejo general de la impresión
anterior del pequeño Spiritual Gifts, pero era mucho más
"expandido".
No fue sólo en teología donde Ellen vio
cosas que los demás pueden o no haber visto antes. En esta
época, comenzó a incursionar en cuestiones de salud. En este
tema, nuevamente, como sucedió con el Paradise Lost de
Milton, aquel "estante alto" fue de ayuda. Algunos de sus
contemporáneos de ese tiempo escribían sobre el tema de la
salud, como Jackson, Trall, Coles, Shew, Graham, Alcott, y
otros.3 A algunos de ellos, ella los había conocido más que
casualmente, y se hablaba de que no devolvía lo que tomaba, lo
cual, de acuerdo con el diccionario, era robar. A esta crítica,
ella contestó:
Fue en la casa del hermano A.
Hillard, en Otsego, Michigan, el 6 de junio de 1863, cuando el
gran tema de la Reforma Pro Salud se abrió ante mí en visión.
Yo no visité a Dansville sino hasta agosto de 1864, catorce
meses después de que tuve la visión. No leí ninguna obra sobre
salud hasta después de haber escrito Spiritual Gifts, tomos 3 y 4, Appeal to Mothers, y
después de haber bosquejado la mayoría de mis seis artículos
para los seis números de How to Live, y no sabía que existiese una publicación
como Laws of Life,
publicada en Dansville, New York. En la época en que tuve la
visión mencionada más arriba, yo no había oído hablar de las
varias obras sobre la salud escritas por el Dr. J. C. Jackson,
y otras publicaciones, en Dansville.
Al presentar el tema de la salud a
los amigos en el lugar en que yo trabajaba en Michigan, New
England, y en el estado de New York, y hablar contra las
drogas y la carne, y en favor del agua, el aire puro, y una
dieta adecuada, a menudo se me replicaba: 'Usted expresa casi
las mismas opiniones enseñadas en Laws of Life y otras
publicaciones por los doctores Trall, Jackson, y otros. ¿Ha
leído usted ese periódico y esas obras?' Mi respuesta era que
no, y que no las leería sino hasta que hubiese escrito mi
visión por completo, para que no se dijera que yo había
recibido mi luz sobre el tema de la salud de los médicos y no
del Señor.4
Otros, como antes en el caso de Paradise Lost, habrían de indicar:
La información que vino a la Sra. White del Autor de la Verdad estaba obligada a estar en armonía con las verdades que habían sido descubiertas por otros.5
Como el nieto, Arthur, habría de dar a
entender casi cien años más tarde, Ellen habría de decir que
ella recibió las "verdades" primero, aunque estudios
subsiguientes mostraran que las ideas eran las mismas y que el
lenguaje que las expresaba era muy parecido al que otros habían
usado primero. Podría haber sido el antiguo argumento de qué
ocurrió primero, la gallina o el huevo. Ellen dijo:
Después de que hube escrito mis seis
artículos para How to Live,
investigué las varias obras sobre higiene y me sorprendió
encontrar que estaban tan casi completamente en armonía
con lo que el Señor me había revelado. Y para mostrar
esta armonía, y presentar delante de mis hermanos y hermanas
el tema como había sido discutido por escritores capaces,
decidí publicar How to Live,
en el cual aparece lo que yo mayormente extraje de las
obras a las cuales me he referido [la cursiva ha sido
añadida].6
Ronald L. Numbers, en Prophetess of
Health [Profeta de la Salud], hace un trabajo plausible
al mostrar que las partes que Ellen "extrajo" componían gran
parte del todo, y que en algunos casos el todo era más que la
suma de las partes—una ecuación que es tan difícil de creer en
religión como en matemáticas.
No era sólo en cuestiones de salud donde surgían conflictos.
Esos "testimonios" recibirían muchas críticas. En los primeros
tiempos, había quienes pensaban que James White podría estar
influyendo en su esposa acerca de sus escritos o podría estar
expresando él mismo una o dos ideas bajo el nombre de ella. No
hay nada tan mágico como un sello para darle peso y autoridad a
las cosas, y ella era el sello. Por otra parte, James pensaba
que otros hacían lo mismo con Ellen y podrían estar
aventajándolo:
Ella es humilde, y debe ser tratada
con ternura, o no puede hacer nada. Los Ancianos Butler y
Haskell han tenido sobre ella una influencia que espero sea
quebrantada. Esta influencia casi ha sido su ruina. Nuestro
pueblo no debe permitir que estos hombres hagan lo que han
hecho, cuyo propósito es que todos nuestros ministros se
desanimen por completo. Los jóvenes son mantenidos fuera del
ministerio a causa del consejo estrecho y ciego de ellos.8
John Harvey Kellogg, un protegido de los
White, tuvo algunas de estas mismas quejas por años. Pensó que
demasiadas personas estaban haciendo demasiadas cosas en nombre
de la inspiración de Ellen y sus escritos. Años más tarde,
cuando fue entrevistado por algunos dirigentes de la iglesia,
dijo:
Quiero decirles otra cosa que ustedes
no saben, un testimonio que tengo de la hermana White, que ni
ella ni ninguno de ellos ha publicado, y es que estos hombres
con frecuencia han cortado grandes trozos de lo que la
hermana White había escrito y que ponían las cosas bajo una
luz que no era la más favorable ... o que no se ajustaba a las
campañas de ellos de esa manera, y se sintieron en libertad de
cortarlos y cambiar así el efecto y el tenor de todo el
asunto, enviándolo en nombre de la hermana White.9
Lo que en esencia parece estar diciendo es
que algunos de los muchachos habían conseguido un sello con el
nombre de Ellen, y estaban sellando con él algunas cosas. Más
tarde durante la entrevista, Kellogg habría de señalar a William
C. White, hijo de Ellen, como el culpable en algunos casos:
Will White tomó
aquellas cartas, y tomó un párrafo aquí, otro allá, y uno más
allá, los puso juntos, compuso un documento, y lo envió
firmado con su propio nombre. Era un "testimonio" de Willie.
Si usted examina ese documento, verá que la firma de ella NO
aparece allí en absoluto, sino que Willie compuso el documento
a partir de cartas que la hermana White había escrito a esos
amigos personales...
Ahora, es el
nombre de Willie el que aparece como firmante, no el de ella;
y sin embargo, ese documento está siendo llevado por toda
Europa y por todo el mundo, y leído en público como un
testimonio del Señor. Y eso es lo que yo les dije a ustedes
que es el fraude gigantesco que está siendo perpetrado , y el
ministerio de la denominación y la misma maquinaria entera de
la denominación se han puesto a trabajar para perpetrar
imposiciones y fraudes sobre la gente. Si se supiera la
verdad, la denominación entera sufriría la ignominia y el
desprecio.10
Años después, se argumentaría que las
afirmaciones del buen doctor se hicieron después de que él había
roto con los White y con la iglesia, y que por lo tanto estos
comentarios no eran confiables. Se sugeriría que él tenía
motivos ulteriores y no debería ser considerado como un testigo
calificado, aunque se reconoce que había recibido honores junto
con los que estaban en el poder, que él había tenido el
privilegio de sentarse en reuniones de la plana mayor, y que él
personalmente había estado muy cerca de Ellen. Las críticas de
Kellogg podrían ser válidas si sólo él hubiese visto y dicho lo
que vio y dijo. Pero no estaba solo.
William S. Sadler, otro bien conocido médico y amigo personal de
la familia White, también había estado reconsiderando los
métodos usados y las excusas ofrecidas en nombre de Ellen
y la inspiración. En abril de 1906, habría de recordarle
a ella algunos de los problemas que había visto a través de los
años en los escritos y en la conducta de ella. Esta carta se
escribió mientras él continuaba siendo en gran medida creyente y
sostenedor de Ellen y en respuesta a la propia invitación de
ella a hacer preguntas. Como otros, él también había oído la voz
de Ellen. Pero, como Isaac antes que él, había descubierto que
las manos eran las manos de otro, las de Will White. Las
afirmaciones de Sadler aclaran que gran parte de la licencia
había sido eliminada durante veinte años o más:
Otra cosa: Esto es, la influencia de Willie sobre los Testimonios. Yo llegué a
la verdad hace como veinte años, y justo antes de ser
bautizado por el pastor Wm. Covert (hace como 18 años), hice
una decisión firme acerca de los Testimonios. En una palabra, los acepté;
pero desde ese día hasta hoy, especialmente en los últimos
diez años, y aún más especialmente desde su regreso de
Australia a este país, he estado oyendo decir constantemente a
dirigentes, ministros, y algunas veces a aquéllos que tienen
puestos de autoridad en la Conferencia, que Willie influyó en
usted en la producción de sus Testimonios; o, como ellos a menudo los
llamarían, las "cartas" que usted envía.
Estos comentarios me causaron poca o ninguna impresión.
Decididamente rehusé creerlos, año tras año. Me dieron una
copia de la comunicación escrita por usted, fechada el 19 de
julio de 1905, y dirigida a los hermanos I. H. Evans y J. S.
Washburn, y desde entonces no he sabido qué hacer ni qué decir
en relación con este asunto. Me refiero a la siguiente cita:
"Después de ver la representación, desperté, y esperé plenamente que
el asunto tuviera lugar como se me había presentado a
mí. Cuando el pastor Haskell me habló de la perplejidad
que experimentaban acerca de llevar adelante la obra en
el Sur, dije: 'Tenga fe en Dios; ¡usted se llevará de
esta reunión los cinco mil dólares que se necesitan para
la compra de la iglesia!'"
"Le escribí unas pocas líneas al pastor Daniels sugiriendo que se hiciera esto,
pero Willie no veía cómo podría llevarse a cabo el asunto,
porque el Anciano Daniels y otros estaban en ese momento muy
desanimados en relación con la situación en Battle Creek. Así
que le dije que no era necesario que entregara la nota. Pero
no pude descansar. Estaba perturbado, y no podía encontrar la
paz mental.
"Por favor, ¿quiere ayudarme a entender esto?
Es la más seria de todas las dificultades que he encontrado en
mi experiencia en relación con los testimonios".11
Si Sadler hubiese sabido lo que otros
habían averiguado -- que, además de que la mano de Willie estaba
en el pastel, Ellen y sus ayudantes también estaban involucradas
en la preparación de algún libro altamente creativo usando
materiales ajenos -- seguramente se habría sentido aún más
perturbado. Otros habrían de plantear el problema en años
posteriores, pero sus preguntas, como las de Sadler, nunca
fueron contestadas a satisfacción de nadie, ni que se sepa.
Para las décadas de 1870 y 1880, algunos estaban distinguiendo,
en sus pensamientos, entre un "testimonio" (esto es, en la forma
de una carta privada de la profeta), y el material que era
copiado y adaptado de otros escritores y puesto en sus libros
como si fuera de ella. Ellen no aceptaba esta separación. Le
escribió a la iglesia de Battle Creek en 1882:
Ustedes se están rebelando tan ciertamente como
Coré, Datán, y Abiram. Ustedes tienen la historia de
ellos. Saben cuán testarudos fueron ellos en sus propias
opiniones. Decidieron que su juicio era mejor que el de
Moisés...
Cuando fui a Colorado, me sentí tan responsable por ustedes, que, en mi debilidad ... me levanté a las
tres de la mañana para escribirles. Dios estaba hablando
por medio de la arcilla. Ustedes podrán decir que esta
comunicación era sólo una carta. Sí, era una carta, pero
inspirada por el Espíritu de Dios, para poner delante de
las mentes de ustedes las cosas que se me habían mostrado.
En estas cartas que escribo, en los testimonios que
entrego, presento lo que el Señor me ha presentado a mí.
Yo no escribo ni un artículo en el periódico expresando
meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha
abierto delante de mí en visión—los preciosos rayos de
luz que brillan desde el trono.12
La transición era ahora completa. Ellen
había llegado. Había alcanzado su posición de autoridad, y ésta
no habría de ser cuestionada. Sus cartas, fueran privadas o para
ser publicadas pronto, sus copias de material ajeno, sus charlas
sobre cualquier tema, en realidad, casi cualquier cosa que
pudiera bajar de aquel "estante alto" sería ahora considerada
como procedente de Dios y bendecida por su Espíritu.
Ningún demandante en religión le pidió jamás a la gente un
cheque en blanco así, con una firma sin certificar. Pero esta
demandante lo hizo. Y hasta la fecha, la mayoría de los
Adventistas nunca han cuestionado su endoso ni su capacidad para
satisfacer su demanda. No sólo se consideran inspirados los
"testimonios" (incluyendo los que fueron copiados, en porciones
de hasta el cien por ciento), sino que se considera que
cualesquiera escritos que se sabe que ella aprobó, o tocó, o
cerca de los cuales estuvo mientras vivió, tienen algún
significado especial o "inspiración". Hasta lo que ella no
incluyó cuando copió se considera significativo. Se ha indicado
que—como Gutzon Borglum (el escultor de los rostros de Mount
Rushmore, quien desde el valle abajo supervisaba toda la
remoción de la roca)—Ellen dirige, por medio de algún radar
celestial, todo el material que sale bajo su nombre, ya sea que
alguna vez lo viera o lo reconociera como suyo o no.13
Con un endoso como jamás se le dio a ningún
mortal antes, Ellen ahora estaba lista para rehacer los eventos
del pasado y, por medio de sus interpretaciones visionarias de
la Biblia, también los sucesos del futuro. Ya se había iniciado
en esta idea de la gran controversia en su edición de bolsillo
de Spiritual Gifts de 1858. Pero esa pequeña obra estaba
compuesta toscamente. Y tenía alguna competencia, pues ese mismo
año Hastings había publicado un libro con un título idéntico.14
El libro de Ellen, de 219 páginas, no prometía mucho y, a
diferencia del libro posterior The Great Controversy,
nunca fue aclamado tan ampliamente en términos de verdad y luz,
forma y contenido, prosa y estilo. Pero era un comienzo, y por
lo tanto, habría de ser usado.
No es difícil, ni siquiera para un ciego,
ver que, si las continuadas revelaciones, inspiraciones, e
instrucciones tomaran un giro obtuso y entraran en conflicto con
lo que se había dicho antes, una decisión así daría lugar a
preguntas mucho más serias que las que ya se habían suscitado.
Si el material copiado, si los autores usados, si las nuevas
visiones o instrucciones chocaran de alguna manera notable con
lo viejo, sería difícil de explicar. Tendrían lugar algunas
inconsistencias, pero el método usado era (como el juego de las
conchas) mantener los ojos ocupados mientras las manos cambiaban
los objetos de un lugar a otro tan rápidamente que los
principios se olvidaran. Y eso es lo que sucedió. Pocos lectores
hoy día saben que Spiritual Gifts fue el antecesor del
juego de cuatro tomos The Spirit of Prophecy, y muchos
menos todavía saben que el juego de cinco tomos de la serie
Conflicto de los Siglos se remonta a sus predecesores de cuatro
tomos.
La importancia de esta progresión no puede
ser pasada por alto, pues lo que Dios dijo en 1858 tenía que
repetirlo en 1870, y aún más tarde en 1890, y así sucesivamente.
Ahora, siendo Dios lo que es, eso no sería problema para él;
pero para Ellen y su equipo no era tan fácil. Cada nuevo autor
copiado tenía que encajar con los otros que le habían precedido.
Cada nueva revelación o visión tenía que encajar con todo lo que
se había registrado antes. Había que detectar las
inconsistencias y eliminarlas, o explicarlas, si algo se
escapaba—a menudo una y otra vez durante sesenta años o más.
Sin embargo, habría algunos que notarían el cambio de estilo y
la evolución de la estructura:
Las primeras versiones impresas se
caracterizaban por un estilo ingenuo, y el tema reflejaba lo
que uno esperaría en una joven mística entre los decepcionados
milleristas. Gradualmente, la profeta evolucionó hacia un tipo
diferente de mensajero, sin embargo, y la Serie del Conflicto
marca la producción de la EGW madura. En realidad, la
evolución es tan grande que sorprende un poco saber que la
misma persona escribió las dos clases de libros. Hasta las
diferentes etapas de la misma serie muestran notables mejoras
en estilo y contenido. En las ediciones finales, el lector
puede leer capítulos enteros sin observar nada que le recuerde
a las visiones. ¿Cómo pudo ocurrir esta notable evolución en
una, para un historiador serio, intrigante tarea?15
Lo que era notable en la evolución fue la
habilidad cosmética con la que el equipo de Ellen rearreglaba
los sucesos de tal manera que la crítica no socavara (como
sucedería) el proyecto entero en sus comienzos. Para cuando el
número de disidentes había aumentado hasta un crescendo en la
década de 1890 y después, el poder de la leyenda de la
invencibilidad de Ellen (mientras ella decía que tenía el escudo
de Dios) le ayudaba a ganar cada batalla, destruir toda
oposición, despedir a todos los disidentes de sus puestos (o lo
que es lo mismo, de su empleo en la iglesia), y desterrar, en
nombre de Dios y de la religión, a algunas de las más fuertes
personalidades en la historia médica y teológica de la iglesia.
No es de sorprenderse que en 1980, en la reunión que tuvo lugar
en Glacier View (Colorado) para discutir los puntos de vista de
Desmond Ford, uno de los príncipes de la iglesia escribiera:
Ha llegado el
momento de criticar nuestros propios métodos. Nosotros, como
Adventistas del Séptimo Día, tenemos la verdad revelada; y sin
importar lo que otros puedan decir contra nosotros, tenemos a
Dios de nuestro lado, y a su profeta, Ellen G. White. Ahora
estamos descubriendo que mucho de lo que ella escribió en Desire
of Ages [El Deseado de Todas las Gentes] y Great
Controversy [El Gran Conflicto] fue copiado de otros.
¿Cómo sabremos realmente lo que afirmamos que sabemos? Así,
nos vemos obligados a hacer preguntas sobre cuestiones de
interpretación....
Es un hecho
histórico que la mayoría de las brillantes luces que han
abandonado nuestra iglesia se han ido a causa de la autoridad
atribuída a los escritos de Ellen White.16
Lo que posiblemente ese príncipe no sabía
cuando escribió ese artículo es que no sólo Desire of Ages
y Great Controversy habían sido en su mayor parte
extraídos de otros autores, sino que el principio de los
principios, Spiritual Gifts, y el entonces tomo uno del
Spirit of Prophecy, el predecesor de Patriarchs and
Prophets (también de la Serie Conflicto), también habían
sido extraídos de otros escritores. El Paradise Lost de
Milton tuvo la mayor participación en esa versión media de la
serie. De dos o tres páginas en Spiritual Gifts, el tema
de Milton fue expandido hasta más de treinta y siete páginas, y
habría de aparecer, a veces de manera idéntica, en otros
escritos suyos. Sin embargo, ¡ahora se descubrió que nuevos
autores estaban llenando los espacios libres para hacer los
libros legibles!17
Los hermanos no fueron tímidos en anunciar
las virtudes del primer tomo de The Spirit of Prophecy.
18 Hasta el nombre de la serie sugiere que tenía la aprobación
especial de Dios y que debería estar en los hogares de todos los
creyentes. Aunque el nuevo libro representaba un mejoramiento
sobre el Spiritual Gifts anterior (cuyo título también
sugería la sanción divina), no tuvo el efecto que se esperaba de
él. No fue sino hasta que la edición posterior salió bajo el
título especial de Patriarchs and Prophets que el
material ampliado comenzó a marcar el paso. Habría de ser la
piedra angular del juego de cinco tomos del Conflicto de los
Siglos que los Adventistas usan para establecer la mayor parte
de las interpretaciones, traducciones, y evaluaciones de las
Escrituras. Usado en todas las escuelas y universidades
Adventistas como autoridad sobre asuntos del Antiguo Testamento,
Patriarchs and Prophets ha sido aceptado por los
Adventistas como la palabra final. No se acepta ninguna
desviación de esta norma en cuestiones de ideas relativas a
creación, geología, teología, o cristología.
Hubo unos pocos malos momentos con el libro, sin embargo. Al
comienzo del escrito, Ellen tenía a Jacob y su noche de lucha en
una versión. En una presentación posterior, sin embargo, el
cuadro es casi opuesto en sus detalles. Nótense sus diferentes
puntos de vista en las porciones en cursiva en los ejemplos que
siguen:
The Spirit of Prophecy, Vol. 1, pp. 118-119 E. G. White
| Patriarchs and Prophets, pp. 196-97 E. G. White 1890
|
| El error de Jacob, al
recibir la bendición de su hermano mediante el fraude,
se le presenta otra vez con fuerza, y teme que Dios le
permita a Esaú quitarle la vida. En su angustia, ora a
Dios toda la noche. Se me representó un ángel
como estando de pie delante de Jacob, presentándole su
error en su verdadera naturaleza. Al darse vuelta
el ángel para irse, Jacob se aferra a él, y no quiere
soltarlo. Suplica con lágrimas. Suplica diciendo que
está profundamente arrepentido de sus pecados y las
injusticias cometidas contra su hermano, que lo han
separado de la casa de su padre por veinte años. Se
aventura a invocar las promesas de Dios, y las pruebas
de su favor hacia él de tiempo en tiempo, durante su
ausencia de la casa de su padre. Toda la noche luchó
Jacob con el ángel, suplicando su bendición. El
ángel parecía estar resistiendo su oración,
recordándole continuamente sus pecados,mientras
trataba de soltarse. Jacob estaba decidido a retener al
ángel, no sólo con su fuerza física, sino con el poder
de la fe viviente. En su angustia, Jacob se refirió al
arrepentimiento de su alma, la profunda humildad que
había experimentado por sus faltas. El ángel aparentó
indiferencia hacia su oración. [la cursiva ha sido
añadida].19 |
Era una región solitaria, montañosa, frecuentada por bestias
salvajes, y escondite de ladrones y asesinos. Solitario
y desprotegido, Jacob, en profunda angustia, se inclinó
sobre la tierra. Era medianoche. Todo lo que hacía que
la vida le fuera querida estaba en la distancia,
expuesto al peligro y a la muerte. Lo más amargo de
todo era el pensamiento de que habría sido su propio
pecado lo que había atraído este peligro sobre los
inocentes. Con vehemente llanto y lágrimas,
presentó su oración delante de Dios. De repente, una
mano fuerte se posó sobre él. Pensó que era un enemigo
que trataba de quitarle la vida, y trató de zafarse de
su asaltante. En la oscuridad, los dos luchaban por el
control. No se habló ni una palabra, pero Jacob
aplicó toda su fuerza, y no disminuyó sus esfuerzos ni
por un momento... La lucha continuó hasta casi al romper
el alba, cuando el desconocido puso el dedo en el muslo
de Jacob, y lo paralizó instantáneamente. Ahora el
patriarca discernió la naturaleza de su antagonista.
[la cursiva ha sido añadida]20
|
Estas discrepancias han causado preocupación entre los ministros
Adventistas de tiempo en tiempo, pero no han salido muchas
respuestas útiles. En respuesta a una carta de 1943, Arthur
White escribió para el White Estate:
Su segunda
pregunta se relaciona con lo que usted piensa que es una
discrepancia en el relato de la lucha de Jacob en Patriarchs and Prophets y
los libros anteriores Spiritual Gifts y Spirit of
Prophecy. Usted pide la explicación oficial de
nuestra denominación acerca de este asunto. No estoy en
condiciones de hablar en nombre de la denominación. La
Conferencia General no ha estudiado la cuestión que usted
menciona, y no hay ningún pronunciamiento oficial disponible.
Tengo en mente lo que me parece que es una explicación
satisfactoria. Después de que lo converse con algunas otras
personas aquí, le escribiré nuevamente, pero cuando lo haga,
será en nombre de Arthur White y no en el de la denominación.
Resumiendo, yo
podría pedir una explicación del tipo de inspiración que
permite algún conflicto en los relatos en relación con el
ministerio de Cristo, como está registrado por los diferentes
escritores evangélicos.21
Siempre cuidadosos para relacionar
cualesquiera problemas que ocurrieran en los escritos de Ellen
con los problemas que podrían ocurrir con los escritores
bíblicos, los primeros apólogos de Ellen comenzaron a oírse como
si Dios no tuviera que decir la verdad o ser preciso. A esa
tendencia, han añadido un nuevo giro. Él tenía que ser Dios, y
ellos le dirían a todos quién era Él cuando fuese necesario
hacerlo. Ese argumento habría de continuar hasta la década de
1980.
Y sin embargo, uno no puede criticar demasiado esa edición
final. Con la ayuda de John Milton, Alfred Edersheim, Frederic
W. Farrar, Friedrich W. Krummacher, y un "staff" siempre
creciente de investigadores, la finalista Ellen (y Dios)
produjeron un cuerpo de trabajo que habría de permanecer como la
piedra angular de los Adventistas por más de cien años. Ese
"estante alto", que tenía el propósito de ser una protección
contra la tentación, también había producido una cosecha de
ideas.
Cuadros Comparativos de Muestra
White, Ellen G. Patriarchs and Prophets Mountain View, CA, Pacific Press (1890, 1913).
| Edersheim, Alfred Bible History: Old Testament, vols. 1-4 (1876-1880) Reimpresión Grand Rapids por Eerdmans 1949.
March, Daniel Night Scenes in the Bible Philadephia, Zeigler, McCurdy, (1868-1870).
|
| Página en la edición de 1958 (White)
| Página en el tomo 1 (Edersheim)
|
| 33 ¿Por qué se permitió el pecado? |
xi Introducción |
| 44 La creación |
17 Creación |
| 52 La tentación y la caída
63 El plan de redención
|
17 La caída |
| 71 Caín y Abel probados |
23 Caín y Abel—Las dos maneras |
| 80 Set y Enoc |
23 Set y sus descendientes |
| 90 El diluvio |
44 El diluvio |
105 Después del diluvio
111 La semana literal
|
51 Después del diluvio |
| 117 La torre de Babel |
57 Babel—Confusión de lenguas |
| 125 El llamado de Abraham |
72 El llamado de Abram |
| 132 Abraham en Canaán |
72 Su llegada a Canaán |
| 145 La prueba de la fe |
97 Prueba de la fe de Abraham |
| 156 Destrucción de Sodoma |
88 La destrucción de Sodoma |
| 171 El matrimonio de Isaac |
106 El matrimonio de Isaac |
| 177 Jacob y Esaú |
106 Nacimiento de Esaú y Jacob |
| 183 Huída y exilio de Jacob |
115 Jacob es enviado a Labán |
| 195 La noche de lucha |
132 La noche de lucha |
| 204 El regreso a Canaán |
132 Jacob se instala en Hebrón |
| 213 José en Egipto |
142 Los primeros años de la vida de José |
| 224 José y sus hermanos |
161 José reconoce a sus hermanos |
| Página en la edición de 1958 (White) |
Página en el tomo 2 (Edersheim) |
| 241 Moisés |
35 Nacimiento y adiestramiento de Moisés |
| 257 Las plagas de Egipto |
63 Las diez "calamidades" o plagas |
| 273 La pascua |
78 La Pascua y sus ordenanzas |
| 281 El Éxodo |
78 Los hijos de Israel salen de
Egipto |
| 291 Desde el Mar Rojo hasta Sinaí |
89 El desierto de sur |
| 303 La ley dada a Israel
315 Idolatría en Sinaí
|
105 Las "Diez palabras" y su significado |
| 331 La enemistad de Satanás contra la ley |
121 El pecado del becerro de oro |
343 El tabernáculo y sus servicios
|
133 La erección del tabernáculo |
| 359 El pecado de Nadab y Abiú |
137 El pecado de Nadab y Abiú |
| 395 La rebelión de Coré |
171 La negación de Coré |
| 363 La ley y los pactos |
114 Ordenanzas civiles y sociales—El "Pacto
hecho por medio de sacrificio" |
| 374 Desde Sinaí hasta Cades |
156 [Marcha hacia el desierto] |
| 387 Los doce espías |
163 Los espías enviados a Canaán |
| 406 En el desierto |
171 Los años en el desierto |
| 411 La roca golpeada |
184 El pecado de Moisés y Aarón |
422 El viaje alrededor de Edom
433 La conquista de Basán |
193 Viaje de los hijos de Israel en la tierra de
Edom |
| Página en la
edición de 1958 (White) |
Página en el
tomo 3 (Edersheim) |
| 438 Balaam |
11 Carácter e historia de Balaam |
| 453 Apostasía en el Jordán |
23 El fin de Balaam |
| 462 La ley repetida |
33 El segundo censo de Israel |
| 469 La muerte de Moisés |
42 Muerte y sepultura de Moisés |
| 481 El cruce del Jordán |
53 La milagrosa división del Jordán |
| 487 La caída de Jericó |
58 La milagrosa caída de Jericó |
| 499 Bendiciones y maldiciones |
73 Bendición y maldición sobre Gerizim y Ebal |
| 505 Alianza con los gabaonitas |
72 El engaño de los gabaonitas |
| 510 La división de Canaán |
87 División final de la tierra |
| 521 Las últimas palabras de Josué
525 Diezmos y ofrendas
530 El cuidado de Dios por los pobres
|
96 Discurso de despedida de Josué |
| 537 Las fiestas anuales |
33 Ordenanzas de los sacrificios |
| 543 Los primeros jueces |
105 Resumen del libro de los Jueces |
| 560 Sansón |
163 Historia de Sansón |
| Página en la
edición de 1958 (White) |
Página en el
tomo 4 (Edersheim) |
| 569 El niño Samuel |
1 Nacimiento de Samuel |
| 575 Elí y sus hijos |
10 El pecado de los hijos de Elí |
| 581 El arca tomada de los filisteos |
16 Recuperación del arca |
| 592 Las escuelas de los profetas |
26 La administración de Samuel |
| 603 El primer rey de Israel |
26 La demanda por un rey |
| 616 La presunción de Saúl |
56 La desobediencia de Saúl |
| 627 Saúl rechazado |
56 El rechazo de su reino |
| 637 El ungimiento de David |
79 El ungimiento de David |
| 643 David y Goliat |
79 Combate entre David y Goliat |
| 649 David fugitivo |
94 Huída de David a donde Samuel |
| 660 Magnanimidad de David |
109 David y Jonatán |
| 675 Muerte de Saúl |
147 Muerte de Saúl |
| 683 Hechicería antigua y moderna |
136 Saúl... pitonisa de Endor |
| 690 David en Siclag |
136 Captura de Siclag por los amalecitas |
| 697 David llamado al trono |
147 David rey en Hebrón |
| 703 El reinado de David |
163 David... rey sobre todo Israel |
| 717 El pecado de David y su arrepentimiento |
190 El gran pecado de David... arrepentimiento |
Referencias y Notas
- J. N. Andrews le llevó una copia de Paradise Lost a Ellen White cuando se dio cuenta de que el relato de ella de la 'Gran Controversia' era similar al de John Milton en su poema épico de 1667. De acuerdo con Arthur L. White, ella puso el libro sobre un "estante alto" sin leerlo... El libro The Spirit of Prophecy, de EGW, fue publicado por la Pacific Press primero en cuatro tomos (1870-77-78-84). La Review and Herald Publishing Association emitió una reproducción en facsímil en 1969... Por último, la Serie Conflicto de los Siglos habría de incluir cinco libros: The Great Controversy (1888), Patriarchs and Prophets (1890), The Desire of Ages (1898), The Acts of the Apostles (1911), y Prophets and Kings (1916).
- Una nota editorial acerca de la próxima publicación del tomo dos de The Spirit of Prophecy, y que apareció en el Review del 30 de noviembre de 1876, decía: "Estamos preparados para hablar de este tomo, que acaba de ser emitido, como el más notable que esta oficina haya emitido". El párrafo llevaba las iniciales del editor Uriah Smith.
- Ronald L. Numbers trata de los esfuerzos de estos "reformadores pro salud" en su Prophetess of Health: A Study of Ellen G. White (New York: Harper & Row, editores, 1976). Los puntos de vista de estos reformadores fueron publicados en periódicos en la década de 1800 y en estos libros, entre otros: (1) William A. Alcott, Lectures on Life and Health (Boston: Phillips, Sampson, and Co., 1853); (2) Larkin B. Coles, Philosophy of Health: Natural Principles of Health and Cure (Boston: William D. Ticknor & Co., 1849), (3) Sylvester Graham, Lectures on the Science of Human Life (New York: Fowler and Wells, 1858); (4) James Caleb Jackson, The Sexual Organism (Boston: B. Leverett Emerson, 1862); (5) Russell T. Trall, Pathology of Reproductive Organs (Boston: B. Leverett Emerson, 1862; (6) Joel Shew y Trall, editores del Water-Cure Journal (1845-62).
- Ellen G. White, Forward, Health or How to Live (Reproducción fotográfica, Mokelumne Hill, Calif., 1957); Review 30 (8 octubre 1867), p. 260.
- Ibid.
- Ibid.
- Ronald L. Numbers, Prophetess of Health: A Study of Ellen G. White (New York: Harper and Row, Publishers, 1976).
- Ingemar Linden, The Last Trump, p. 202. De James White para Dudley M. Canright, 24 de mayo de 1881.
- [John Harvey Kellogg], "Una entrevista auténtica entre el pastor G. W. Amadon, el Anciano A. C. Bourdeau, y el Dr. John Harvey Kellogg en Battle Creek, Michigan, el 7 de octubre de 1907." Un informe estenográfico notariado.
- Ibid.
- De William S. Sadler para EGW, 26 de abril de 1906, p. 3-4.
- EGW, Testimonies, tomo 5, pp. 66-67. De EGW para la Iglesia de Battle Creek, 20 de junio de 1882.
- Jack W. Provonsha, Sabbath School Study, Cinta, 2 de febrero de 1980. Glendale Committee Review, 28-29 enero de 1980.
- H [orace L [orenzo] Hastings, The Great Controversy Between God and Man (Boston: impresión privada por el autor, 1858.)
- Linden, The Last Trump, p. 211.
- Earl W. Amundson, "Authority and Conflict-Consensus and Unity", fotocopiado (trabajo presentado en Theological Consultation, Glacier View Ranch, Ward, CO, 15-20 agosto 1980), pp. 12, 16.
- Véase el Apéndice, Capítulo 5, Comparison Exhibits.
- Guy Herbert Winslow, "Ellen Gould White and Seventh-day Adventism" (Disertación, Clark University, Worcester, MA 1932), p. 290. Véase también Robert W. Olsen The Desire of Ages, fotocopiado (Washington: EGW).
- EGW, The Spirit of Prophecy, tomo 1, pp. 118-19.
- Ellen G. White, Patriarchs and Prophets (Mountain View: PPPA, 1890, pp. )
- De Arthur L. White para Henry F. Brown, 23 de septiembre de 1943.