The White Lie!
Capítulo 6 - Fuentes que ella utilizó (más o menos)
El Deseado de Todas las Gentes
por Walter Rea
Si Patriarchs and Prophets fue la
piedra angular de la teología Adventista, The Desire of Ages
fue la piedra clave en el arco del pensamiento y los puntos de
vista cristológicos Adventistas. El prefacio al tomo dos (1877)
de su predecesor, The Spirit of Prophecy, decía:
Cuando los
publicadores emitieron el primer tomo de esta obra, les
pareció que suplía una falta largo tiempo sentida en el mundo
cristiano, al iluminar un tema que es de gran interés para la
mente cristiana, la relación del hijo de Dios con el Padre, y
su posición en el cielo, junto con la caída del hombre y
la mediación de Cristo entre él y su Creador.
En este segundo tomo, el autor continúa con renovado interés
el tema de la misión de Cristo, manifestada por sus milagros y
enseñanzas. El lector encontrará que este libro proporciona
inapreciable ayuda en el estudio de las lecciones de Cristo
presentadas en los evangelios.
La autora, como escritora
religiosa y oradora, ha trabajado para el público durante más
de veinte años. Siendo ayudada en el estudio de las Escrituras
y en su obra como instructora religiosa por la especial
iluminación del Espíritu de Dios, está peculiarmente
calificada para presentar los hechos de la vida y el
ministerio de Cristo en relación con el plan divino para la
redención humana, y para aplicar de modo práctico las
lecciones de Jesús a los simples deberes de la vida.
Una de las más
agradables características de este libro es el lenguaje llano
y simple con el cual la autora reviste los pensamientos que
brillan por su verdad y su belleza.1
Muchos problemas y muchas situaciones
embarazosas se habrían evitado en años venideros si a algunos
otros, además del "Espíritu de Dios", se les hubiese dado algún
crédito. Aunque las Escrituras sí explican que todo lo bueno y
todo don perfecto viene de Dios, se descubrió que algunos de los
dones de Ellen para escribir habían venido de algunas fuentes
humanas. A finales de 1970, Robert W. Olson, a nombre del White
Estate (que siempre es presionado para mantener a sus lectores y
a los miembros de la iglesia al día en estas cosas), emitió una
admisión, más bien tardía, de que Ellen sí había estado mirando
a hurtadillas las obras de otros autores cuando escribió The Desire of Ages:
Por largo tiempo, los Adventistas del Séptimo Día han reconocido la deuda de Ellen White con otros autores ...
No se sabe exactamente hasta qué punto Ellen White tomó prestado material para The Great Controversy...
Estudios llevados a cabo por Raymond Cottrell y Walter Specht han mostrado que Ellen White tomó prestadas como el 2.6 por ciento de las palabras en The Desire of Ages de Life of Christ, de William Hanna... Sin embargo, tanto W.C. White como Marian Davis mencionan otros libros sobre la vida de Cristo que Ellen usó. Es también evidente que ella tomó prestado material de algunas obras no mencionadas ni por W. C. White ni por la Srta. Davis, tal como The Great Teacher, de John Harris...
Los préstamos literarios de Ellen White no se limitaron a los tres libros mencionados arriba...
Ellen White puede difícilmente ser llamada "copista", puesto que
casi invariablemente reescribe, reconstruye frases, y mejora
la idea del autor original cuando usa material ajeno...
En relación con la preparación de The Desire of Ages en particular, W. C. White dice:
"Antes de escribir sobre la vida de Cristo, y hasta cierto punto durante el tiempo en que escribía, ella leyó obras de Hanna, Fleetwood, Farrar, y Geikie. Nunca supe que leyera a Edersheim. A veces
se refería a Andrews". De W. C. White para L. E. Froom, enero 8, 1928.
Una comparación entre The Desire of Ages y las varias vidas de Cristo disponibles en su tiempo muestra que ella tomó material, más o menos [la cursiva ha sido añadida] no
sólo de los autores mencionados arriba por W. C. White, sino
también de March, Harris, y otros.2
El artículo de Olson, que puede ser una de
las más reveladoras admisiones que el White Estate ha hecho
hasta la fecha, merece un estudio detallado. Si ese artículo
hubiese circulado, o siquiera se hubiese filtrado, al público y
a la iglesia en general (lo que no ha ocurrido hasta el momento
en que esto se escribe), este libro podría no haberse escrito. A
menudo, sólo la "persona informada" que recoge la así llamada
información "supersecreta" sabe dónde pedir qué cosa—si tiene
el privilegio de saber que esa información existe en absoluto.
Escribir o decir que "por largo tiempo, los
Adventistas han reconocido la deuda de Ellen White con otros
autores" es sólo una extensión de la mentira White. Aunque es
técnicamente cierto que, ya desde la década de 1800, la iglesia
ha estado llevando a cabo una acción de retaguardia en relación
con el uso de material ajeno en nombre de Dios y de Ellen, las
declaraciones siempre se han hecho a la defensiva y con rápida
justificación.
Por ejemplo, un artículo de William S.
Peterson en una edición de Spectrum de 1971 habría de
atraer sobre él un coro de invectivas espirituales que, en el
lenguaje de un camionero o un estibador, levantaría la pintura
de cualquier furgón a treinta pasos. Que Ellen había tomado
material prestado simplemente no era así, se dijo. Desde el
número de ese otoño hasta la década de 1980, el periódico ha
publicado las continuas acusaciones y contra-acusaciones,
negaciones, y contranegaciones, que tratan de refutar cualquier
sugerencia de que ella hubiese incorporado en sus libros el
vocabulario de alguien o que hubiese sido influída por alguien
al escribir.3
No fue sino hasta que Neal C. Wilson,
presidente de la Conferencia General, escribió a los dieciocho
miembros del Comité Especial de Glendale para que se dispusieran
a revisar el número de ocasiones en que, según ciertas
investigaciones, Ellen había "tomado prestado" material de
otros, que los lectores del Adventist Review se
enteraron de que ella había usado obras ajenas para sacar de
ellas "información descriptiva, biográfica, histórica,
espiritual, y científica".4 Como un miembro del comité habría
de señalarle a Wilson, "Eso no deja casi nada, excepto la
revelación directa. ¿Es sobre ese punto que el panel habrá de
decidir?"5 Seguramente, el personal del White Estate debe haber
sabido todo el tiempo que la mayor parte de los miembros de
iglesia no había tenido información acerca de la cantidad y
extensión del material que ella había "tomado prestado".
Por lo menos un buen número de eruditos de
la iglesia, que han tratado de sacarle al White Estate material
histórico que ayudaría a hacer comparaciones con los escritos de
otros autores, saben que han recibido muy poca ayuda y estímulo
de parte de los que protegen la sacrosanta bóveda del Estate. La
política de "revelación selectiva" (es decir, el Estate
selecciona lo que puede ser revelado) ha tenido tal autoridad
que sólo cuando los miembros del Clan desaparecen de la escena
puede la iglesia esperar tener acceso a información que puede
revelar la verdad. Una y otra vez, lo hombres de esa oficina,
mientras recorren el circuito nacional—lo que hacen más bien a
menudo para ayudar a tranquilizar a los inquietos nativos—han
tenido que enfrentarse a la pregunta de por qué la bóveda no
puede abrirse para todos los investigadores para que la
información esté disponible para amigos y enemigos por igual, y
por qué sólo el Clan es el único que puede seleccionar y elegir
siempre.
Aún los que podrían
haber tenido su propia llave de la bóveda (por decirlo así),
encuentran fascinante la posibilidad de que la puerta cerrada
pudiera abrirse siquiera un poquito. Donald R. McAdams,
personalmente un competente investigador sobre Ellen y sus
escritos, dio una nota de esperanza acerca de esa posibilidad
en un artículo en Spectrum en 1980:
En un artículo titulado "This I Believe About
Ellen G. White" [Esto creo acerca de Ellen G. White], que
apareció en el Adventist Review de marzo 20, 1980,
Neal Wilson informó a la iglesia acerca del Comité Rea
[Glendale]. El informe inicial indica que "en sus
escritos, Ellen White usó fuentes más extensamente de lo
que hasta ahora nos habíamos enterado o habíamos
reconocido..." [la cursiva es nuestra].
Esta declaración es el artículo más significativo
que haya aparecido en el Review en este siglo. El
presidente de la Conferencia General está reconociendo,
abierta y honestamente, los hechos acerca del uso de fuentes
por Ellen White, y dirigiendo la atención de la iglesia
hacia una definición de inspiración que será nueva para la
mayoría de los Adventistas, y amenazadora para otros. Una
respuesta completa a Rea debe esperar hasta que él haya
presentado su evidencia a la iglesia en forma escrita y
definitiva.6
Inevitablemente,
McAdams reaccionaría como lo hizo porque es un historiador
honesto que pasó personalmente mucho tiempo en 1972-73
examinando un capítulo de The Great Controversy,
comparando un capítulo de este libro con la mitad de un
capítulo del historiador James A. Wylie, y encontrando
evidencia irrefutable de dependencia. La parte interesante y
significativa de esta historia, como él la cuenta, es que el
White Estate no quiso permitirle a este historiador de la
iglesia dar a conocer su trabajo o sus conclusiones ni a la
iglesia ni al mundo.7
McAdams tenía otra razón para estar preocupado por lo que
estaba ocurriendo. Él era uno de los miembros del Comité de
Glendale al cual Wilson le había escrito. Había visto parte de
la evidencia, había oído la presentación de enero 28-29 de
1980, y él mismo le había dicho a sus colegas que la evidencia
había sido realmente "sorprendente".8 Hasta indicó que "si cada
párrafo de The Great Controversy tuviera que tener
notas al pie de acuerdo con el procedimiento correcto,
entonces casi cada párrafo tendría que haber sido anotado". Es
de interés observar que los miembros del comité presentes, que
pertenecían al White Estate, no se le opusieron.9
¿Cómo habrían podido?
Estaban sentados allí con información privilegiada. Ronald D.
Graybill, secretario ayudante del White Estate, estuvo
presente en la reunión. Él también había estado trabajando en
los archivos y, en mayo de 1977, había terminado una
comparación entre Ellen White y sus estrechas paráfrasis de
otro historiador, Merle d'Aubigne. Al continuar su estudio, lo
que apareció ante los asombrados ojos de Graybill fue, no
d'Aubigne en absoluto, sino una versión popularizada de
d'Aubigne que había sido preparada por el Reverendo Charles
Adams para lectores jóvenes, y este material había sido
publicado primero, no en The Great Controversy, sino
en el Signs of the Times del 11 de octubre de 1883, en
un artículo titulado "Luther in the Wartburg".10 Las
conclusiones de esta más bien historia de capa y espada
fueron, como dice McAdams citando a Graybill:
No parece haber
ningún hecho histórico objetivo en el informe de la Sra.
White de que ella no podría haber adquirido nada de las
fuentes literarias de las cuales bebía, excepto por un
detalle: ... La impresión general que este historiador
obtuvo de este estudio es que sustenta el punto principal de
McAdams—que la narración histórica objetiva y terrenal
está basada en la obra de historiadores, no en visiones.11
Así que, ¿por qué no lo dijimos desde el comienzo? Lo más cerca que jamás estuvimos
de ese tipo de reconocimiento fue de parte del hijo, Willie
White, (en una carta de noviembre de 1912):
Algunas veces,
cuando escribía los capítulos de The Great Controversy,
ella hacía una descripción parcial de un importante evento
histórico, y cuando la copista que preparaba los manuscritos
para la imprenta preguntaba acerca de tiempo y lugar, Madre
decía que esas cosas eran registradas por historiadores
concienzudos, y que se insertaran las fechas usadas
por esos historiadores. Otras veces, al escribir lo que se
le había presentado, Madre encontraba en nuestros libros
denominacionales descripciones tan perfectas de eventos y
presentaciones de hechos y doctrinas que copiaba las
palabras de estas autoridades.12
Las afimaciones de
Willie serían modificadas por una declaración de su hijo
Arthur en 1969: "La Sra. White siempre trató de evitar ser
influída por otros".13
Hubo otro miembro del grupo del White Estate que también
permaneció sentado y callado durante aquella reunión de enero
de 1980, sin dejar ver su juego. Era Robert W. Olson, que
había sido designado para dirigir el White Estate cuando
Arthur L. White se jubiló en 1978. Quizás más que cualquier
otra persona en la habitación, excepto W. Richard Lesher
(director del Instituto Adventista de Investigación Bíblica),
Olson sabía dónde estaban enterrados algunos de los cadáveres,
porque algunos de esos cadáveres estaban siendo resucitados
más rápidamente de lo que se podían llevar a cabo los
entierros.
En 1977 y 1978, Olson
recibió cierto número de cartas que abrían nuevas vías de
información sobre la relación entre Ellen y su libro Patriarchs
and Prophets. Según Olson, la investigación había tomado
un giro desagradable al comenzar a acercarse a The Desire
of Ages. Cuando se le preguntó acerca del persistente
rumor de que Ellen había recibido ayuda muy humana en la
preparación del Desire of Ages, no parecía
recordar las cartas o los materiales que estaba recibiendo,
excepto para decir que el informe sobre la ayuda era
exagerado, y que no había razón para creer que el Desire
of Ages fuera otra cosa que la obra de Ellen White.14
Bien sabía que el
rastro hacia los "préstamos" de Ellen se estaba calentando,
pues él había escrito una notable carta en relación con ello
al "staff" del Estate el 29 de noviembre de 1978, sólo dos
años antes de la reunión en la cual ahora negaba que existiese
problema alguno. La carta tocaba puntos muy sensitivos, y no
estaba destinada al dominio público. Para asegurar la
imparcialidad, incluyo la carta entera en la sección del
apéndice a este capítulo. [N. del T. : Aparece al final de la
traducción de este capítulo, después de las notas y
referencias] Aquí se dan algunas porciones:
Hace como ocho o diez meses, el pastor Rea me
envió una copia de algunas de sus investigaciones que, en su
opinión, mostraban que Ellen White dependió mucho de
Edersheim para algunas de las cosas que había escrito en Desire
of Ages, así como para la oganización misma del libro,
y el uso de muchos de los títulos de los capítulos.
En aquella ocasión, le escribí al pastor Rea y le pedí que
no siguiera adelante con ningunos planes de publicar sus
descubrimientos hasta que yo tuviera oportunidad de hablar
con él personalmente en la reunión al aire libre de la
Southern California Conference, que habría de tener lugar a
finales de julio de 1978. El pastor Rea en seguida estuvo de
acuerdo con esta sugerencia. Cuando asistí a la reunión
cerca de Palmdale, California, en julio pasado, pasé varias
horas hablando con el pastor Rea, y obtuve su consentimiento
de que detendría el anuncio de su libro en cualquier gran
escala hasta que tuviéramos la oportunidad de verlo primero
nosotros mismos.... El pastor Rea ha aceptado darnos todo el
tiempo que necesitemos antes de dar cualesquiera otros pasos
por su cuenta....
Por medio de Jim Nix en Loma Linda y Ed Turner en
la Universidad de Andrews, me he enterado de que alguien en
el área de Loma Linda está comparando el Desire of Ages
con el libro The Life of Christ, de Hanna. Jim Nix
me dijo que él vio el libro de Hanna, que está muy subrayado
tanto en rojo como en azul, y que se supone que ésta es la
misma copia del libro usado en la oficina del White Estate
cuando la Sra. White preparaba su libro Desire of Ages.
Jim Nix sacó una copia Xerox de este libro y nos la
envió, así que la tenemos aquí en nuestra oficina....
[La cursiva es nuestra].
Ed también me habló de un profesional, un dentista
según recuerdo, que vivía en el área de Victorville... Este
profesional tuvo acceso recientemente al libro Life of Christ, de
Hanna, y después de leerlo, le dijo a Ed que el libro
virtualmente "lo abrumó" por el estrecho parecido que
descubrió entre Hanna y Ellen White.15
La solución propuesta por este hombre de Dios, que había jurado difundir la verdad y la luz, fue como sigue:
La única alternativa [de cuatro bosquejadas] que me parece tener
sentido es la última. El tiempo de Jim [Cox] no le costará
nada al White Estate , y creo que podemos permanecer lo
bastante cerca de él para que las conclusiones a que llegue
sean esencialmente las mismas a las que llegaríamos nosotros
si estuviéramos haciendo el trabajo nosotros mismos.
Podríamos pedirle a Jim que prepare un informe para un
comité cada dos o tres semanas.16
Más tarde, se explicó
en la reunión del Comité de Glendale que la carta era sólo una
pobre selección de palabras y que su significado podría
malinterpretarse.17 No hubo ninguna malinterpretación de las
palabras de Arthur, sin embargo, cuando escribió sobre el tema
al mismo tiempo y al mismo grupo:
Tengan presente que el adiestramiento en las
universidades para aceptar o creer sólo lo que puede ser
probado a satisfacción del investigador puede fácilmente
conducir a un enfoque escéptico que no tenga en cuenta el
hecho de que puede haber características perturbadoras en
los escritos inspirados, lo cual resulta en la necesidad de
la fe, como lo explica Ellen White al discutir las
investigaciones de la Biblia y sus escritos..."
Todos los que buscan ganchos para colgar sus dudas, los encontrarán..."
"La desconfianza hacia Dios es la consecuencia natural del corazón no renovado..."
"Satanás es capaz de sugerir dudas e inventar objeciones al señalado testimonio que Dios envía".
The Great Controversy, p. 527; Testimonies, tomo 5, p. 675.18
Uno puede cerrar los
ojos y oír esa puerta resonar al cerrarse otra vez, esta vez
más herméticamente, mientras los jinetes perdidos del temor y
de la culpa van galopando por el cielo. No se oía como una
política de puertas abiertas cuando continuó:
Si la
Universidad de Andrews participa, ¿son los eruditos
adiestrados en métodos de investigación por
universidades, que se sabe han demolido la fe en la Biblia y
la confiabilidad de los relatos bíblicos, capaces de emitir
un juicio adecuado en áreas en las que tanto la absoluta
honestidad al aceptar los registros como la fe basada en la
evidencia son factores importantes? Al hacer decisiones
cuando el investigador tiene delante opciones múltiples,
¿fracasará la fe en la inspiración de Ellen?19
Sería difícil
concluir, a partir de estas dos misivas confidenciales, que al
pueblo de la Iglesia Adventista se le estimula a conocer toda
la verdad acerca de Ellen, incluyendo su destreza para usar
material ajeno en sus propias obras, aunque sin dar crédito.
Es necesario añadir un poco más de información al cuadro para
hacerlo más completo. Robert Olson estuvo sentado durante las
reuniones del Comité de Glendale con un antiguo pero
obsesionante documento virtualmente sobre sus rodillas. El
documento había sido "descubierto" sólo unas semanas antes en
el vestíbulo de las oficinas del Estate por Desmond Ford en su
búsqueda de la verdad. Era tan revelador, que si Olson lo
hubiese leído o lo hubiese usado en la reunión, la sesión
podría haberse acortado medio día o más. Venía de la pluma de
W. W. Prescott (por largo tiempo dirigente y anterior vice
presidente de la Conferencia General de la Iglesia
Adventista), que personalmente había levantado algunas
piedras. La carta estaba fechada el 6 de abril de 1915, y
estaba dirigida a Willie, el hijo de Ellen, con el cual
Prescott había trabajado duro y por largo tiempo:
Me parece que una gran responsabilidad descansa
sobre aquéllos de nosotros que sabemos que hay serios
errores en nuestros libros autorizados y que sin embargo no
hacemos ningún esfuerzo especial para corregirlos. La gente
y el promedio de nuestros ministros confían en que nosotros
les proporcionemos declaraciones confiables, y usan nuestros
libros como autoridad suficiente en sus sermones, pero
nosotros les dejamos continuar afirmando, año tras año,
cosas que sabemos que son erróneas. No puedo creer que esto
es correcto. Me parece que estamos traicionando la confianza
puesta en nosotros y engañando a los ministros y a la gente.
Me parece que hay mucha más ansiedad en evitarles una
posible conmoción a algunas personas confiadas que en
corregir el error.
Su carta indica un deseo de su parte de ayudarme,
pero me temo que es un poco tarde. La experiencia de los
últimos seis u ocho años, y especialmente las cosas en
relación con las cuales yo conversé con usted, me han
afectado de varias maneras. He tenido que sobreponerme a
varias duras conmociones, y después de dar lo mejor de mi
vida a este movimiento, he recibido de él poca paz y
satisfacción, y me siento compelido a la conclusión de que
lo único que me queda por hacer es hacer calladamente y a
conciencia lo que puedo, y dejar que los demás sigan
adelante sin mí. Por supuesto, esto está muy lejos de ser un
final feliz para el trabajo de mi vida, pero parece ser el
mejor ajuste que puedo hacer. La manera en que los escritos
de su madre han sido manejados, y la falsa impresión en
relación con ellos, que todavía es fomentada entre la gente,
me han producido gran perplejidad y prueba. Me parece que se
ha practicado lo que equivale a un engaño, aunque
probablemente no intencional, al preparar algunos de sus
libros, y que no se ha hecho ningún esfuerzo serio para
desengañar las mentes de la gente de lo que se sabía eran
puntos de vista erróneos en relación con los escritos de
ella. Pero es inútil ahondar en estos asuntos. He conversado
con usted por años acerca de ellos, pero eso no cambia nada.
Creo, sin embargo, que estamos derivando hacia una crisis
que vendrá, tarde o temprano, y quizás más temprano que
tarde. Ya ha calado un sentimiento de reacción muy fuerte.
20
La evidencia relatada
más adelante muestra por qué Prescott estaba aún más
preocupado de lo que indicaba su carta. Con la bendición de
otros oficiales, él mismo había ayudado a escribir algunos de
los mismos libros de los cuales se quejaba. ¿Cómo podía él, en
buena conciencia (y no tenemos evidencia de que no era hombre
de buena conciencia), dejar que la iglesia siguiera creyendo
que lo que él y otros habían ayudado a escribir en nombre de
material devocional ahora habría de ser recibido como la
palabra final y autorizada de Dios y convertirse en la base de
la cristología Adventista en el mundo (de por sí un tema de
especial interés para Prescott)?
Es ahora evidente—a partir de información que el White
Estate posee y de material que se ha filtrado de otras fuentes
—que la iglesia está en problemas en lo que concierne a Ellen
y sus raterías. Se ha identificado demasiado material de los
lugares donde ella había comprado. Como escribió McAdams en su
artículo del Spectrum:
Por el tiempo en que el White Estate respondía a
la evidencia de que Ellen White había tomado prestado
abundante material de los historiadores protestantes en la
preparación de The Great Controversy, otro
investigador estaba llamando la atención del Estate a la
evidencia de que ella también había tomado prestado material
de autores seculares para otros libros de la serie Conflicto
de los Siglos, especialmente Prophets and Kings
[Profetas y Reyes] y The Desire of Ages [El Deseado
de Todas las Gentes]. Walter Rea, pastor de la Iglesia de
Long Beach, California, afirmó, basándose en evidencia
inconclusa presentada en varios documentos no publicados,
que la fuente principal para Prophets and Kings
había sido Bible History: Old Testament [Historia
Bíblica: El Antiguo Testamento], de Alfred Edersheim,
originalmente publicado en siete tomos entre 1876 y 1877, y
que The Life and Times of Jesus, the Messiah [Vida
y Tiempos de Jesús, el Mesías], que se publicó por primera
vez en 1883, había sido la fuente principal para The
Desire of Ages....
Ahora, el creciente conocimiento en los círculos Adventistas
acerca de las investigaciones de Walter Rea y sus estudios
de The Great Controversy requerían otra respuesta en
el Review.
A juzgar por los ejemplos usados por Arthur White
para ilustrar la relación entre Ellen White y Hanna en los
artículos 4, 6, y 7, él ya debía tener a su disposición el
muy completo y cuidadoso estudio llevado a cabo por Walter
Specht. Deseando conocer la verdad acerca de las fuentes que
Ellen White había usado para The Desire of Ages, y
no deseando ser cogido sin preparación por la investigación
de Walter Rea o de alguien más, el White Estate comisionó a
dos eminentes eruditos Adventistas para que estudiaran a
fondo la relación entre The Desire of Ages y The
Life of Our Lord, de William Hanna. Raymond F.
Cottrell, por largo tiempo editor de libros en la Review and
Herald Publishing Association, tomó los primeros 45
capítulos, y Walter F. Specht, profesor de Nuevo Testamento
en la Universidad de Loma Linda, tomó desde el capítulo 46
hasta el 86.21
Con la designación de
Cottrell y Specht para la tarea de examinar The Desire of
Ages de Ellen, la iglesia estaba lanzando a la brecha a
sus pesos pesados. Se entendía perfectamente en las altas
esferas que si la marea creciente de hechos e información se
llevaba el fundamento de The Desire of Ages, la piedra
clave en el arco de Santa Ellen quedaría en grave peligro y la
mentira blanca quedaría expuesta. Esto no se entendió en todas
partes, pero muchos dirigentes estaban bien conscientes de
ello y se sentían muy aprensivos.
Por lo tanto, el hecho de que los Adventistas llamaran a dos
de sus mejores hombres de su jubilación y de vuelta a la pelea
era un riesgo calculado. Las credenciales de los dos eran
impecables. Cottrell, un Adventista de tercera generación,
había servido a la iglesia en varios puestos de alto nivel,
incluyendo el de editor de libros en la Review and Herald, la
mayor parte de su vida. Specht era conocido como erudito,
presidente de departamento, y decano de las mejores
instituciones de la iglesia. Se esperaba que ambos hombres
llevaran a la tarea, no sólo su experiencia de toda una vida,
sino también su integridad.
El informe emitido al
final de seis meses de estudio fue horrorizante—no tanto por
lo que decía como por lo que revelaba por medio de lo que no
enfatizaba. El hecho mismo de que se usara gente de tan alto
nivel mostraba que la iglesia en general no se había enterado
de la mentira blanca y que los dirigentes estaban decididos a
asegurarse de que la iglesia recibiera sólo información que
fuera aceptable para esos dirigentes.
Ambos hombres
tomarían el camino más corto en su informe. Specht, si bien
concedía que Hanna había sido usado por Ellen a través tanto
de la primera edición de The Spirit of Prophecy (tomos
dos y tres) como de la edición posterior de The Desire of
Ages, llegó a la conclusión de que aún así le gustaba
más la manera en que Ellen había parafraseado a Hanna que la
obra del mismo Hanna.22 Aunque había descubierto que las
copias de Hanna habían comenzado al principio y terminado al
final, le parecía que el asunto no era tan serio como algunos
lo habían considerado.
Cottrell, menos
cauto, calculó que Ellen había tomado 2.6 por ciento de Hanna.23 Mostró la clase de "contabilidad creativa" que había usado
para obtener esta cifra increíble:
Se prestó atención a la posibilidad de que Ellen
White hubiera dependido de Hanna hasta cierto punto en
cuanto a los pasajes de la Biblia que ella cita, y/o en
cuanto al orden en que ella los introduce algunas veces. Sin
embargo, dos consideraciones impiden la posibilidad de
llegar a una conclusión firme con respecto a cualquier
relación en los pasajes bíblicos citados....
Además, tanto White como Hanna usaron la King James Version de
la Biblia... probablemente ediciones con referencias
marginales.... También, probablemente ambos usaron la misma concordancia... para localizar los pasajes bíblicos
relacionados. Así, aunque ninguno de los dos escritores
viera jamás lo que el otro escribió, ambos probablemente se
referirían a otros pasajes bíblicos aproximadamente en el
mismo orden. Más allá de esto, a dos personas igualmente
familiarizadas con la Biblia les vendrían a la mente los
mismos pasajes bíblicos relacionados, y los introducirían
aproximadamente en el orden indicado por la narración del
Evangelio...
Para mí ... estos hechos ... indican que cualquier
similitud entre los pasajes bíblicos citados, o el orden en
el cual ocurren, es, por lo menos en gran parte, si no
enteramente, coincidencia y completamente inútil para
establecer si Ellen White utilizó a Hanna y hasta qué
punto...
Sólo cuando ambos escritores usan palabras idénticas o inusuales en una secuencia específica
puede establecerse una relación literaria más allá de toda
duda. [la cursiva ha sido añadida].24
Cottrell había caído en la trampa de la cual Francis D. Nichol mismo se había
deshecho—usar el estudio para probar que Ellen no había
"citado" a otros directamente tanto como se había dicho.
Cottrell parecía pasar por alto el hecho de que parafrasear
es la más sutil forma de copiar y la más potencialmente
engañosa. Hasta McAdams dijo en su artículo del Spectrum:
En efecto, hay algunos párrafos estrechamente parafraseados
y otros párrafos en los que, aunque las palabras de Ellen
White son diferentes, es claro que ella está siguiendo
las ideas presentadas por Hanna. [La cursiva ha sido
añadida].25
Después de esforzarse por disminuir la influencia de otros autores en la redacción de The Desire of Ages, Cottrell en efecto reconoció:
Sin embargo, hay
numerosos casos de una clara correlación literaria, que
prueban concluyentemente que Ellen White utilizó algunas de
las palabras, frases, ideas, y secuencias de pensamiento
ajenas.26
En respuesta a su
afirmación de que "ni el Dr. Specht ni yo encontramos en
ningún caso ni siquiera una oración en The Desire of Ages
que fuera idéntica a Life of Christ, ni aún
sustancialmente",27 yo sugiero que el lector vea la sección
de cuadros de este capítulo.28 Mejor aún, debería obtener una
copia de Hanna de una biblioteca e ilustrarse personalmente.
Aunque el texto del
informe en general no recibió amplia circulación, la cifra del
2.6 por ciento fue citada y repetida por todas partes. Los
Adventistas se agarraron a ella como un náufrago se agarra a
un salvavidas y se dirige a la orilla gritando que se ha
salvado. En realidad, el alcance del estudio era tan limitado
que algunas de las cuestiones más serias quedaron por tratar.
Por ejemplo:
- La iglesia en general no ha conocido en realidad la extensión de la mentira blanca—y "los hermanos" no están ansiosos de hacérsela saber a los miembros.
- Por lo menos ya en la década de 1870, y todavía en la de 1900, Ellen y sus ayudantes estuvieron profunda y ampliamente involucrados en la extracción de material de escritos ajenos.
- c. Si hasta el por ciento de Cottrell (cualquiera que fuera su exactitud) se extendiera a la creciente lista de autores identificados como utilizados por Ellen y sus ayudantes, la iglesia y su profeta estarían en un tremendo problema y algo comenzaría a abrirse por las costuras.
- El uso, por parte de Ellen, de Hanna y otras fuentes no era
"revelación selecta," con el permiso de Dios, para rellenar
una escena aquí y otra allá para ayudar a la memoria
desfalleciente de la profeta, sino un comentario directo y
una paráfrasis de cada pasaje o capítulo seleccionados—a
menudo con pausas para una homilía personal, pero de la
misma manera a menudo expandiendo esa homilía para hacerla
notablemente similar al material devocional del autor
copiado.29
- Quizás la evidencia más perjudicial que surgió es la de que, sin
importar la ayuda que Ellen recibiera, humana o divina, ella
tenía la extraña habilidad para regresar y recoger nuevo
material cada vez que el regreso se llevaba a cabo. Algunas
veces, los pensamientos, las palabras, y las oraciones que
habían sido tomadas de un autor en las primeras etapas
(1870-84) eran borradas en el producto posterior (The
Desire of Ages). Algunas veces se usaba en su lugar
una amplificación del material del mismo autor. Pero otras
veces (especialmente cuando el copiado anterior había sido
extenso) se extraía material de otras fuentes u otros
autores de modo tal que el color de las nuevas hebras no
chocara con el patrón final de la tela que se tejía a través
de los años. Claramente, los planeadores humanos conocían
bien los mapas que estaban usando para todos los viajes de
todos esos años.30
Sin embargo,
Cottrell, por naturaleza y práctica un erudito honesto, más
tarde permitió que su integridad se sobrepusiera a su herencia
y prejuicios Adventistas. Su silencio fue roto el 19 de
septiembre de 1981, cuando Los Angeles Times, en un
artículo por John Dart, un editor religioso, citó parte de una
próxima misiva de Cottrell:
La combinación de las investigaciones de Ford y
Rea y el tratamiento de los dos hombres por los
administradores de la iglesia presenta una crisis 'con la
muy real amenaza de un cisma en la iglesia que amamos,' de
acuerdo con Raymond F. Cottrell, un prominente erudito
bíblico Adventista. Cottrell, editor de libros para el Adventist Review por más de 30 años, culpó a los administradores
de la iglesia por la "crisis Ford-Rea" en un artículo para
un próximo número del diario independiente Spectrum,
publicado por los Foros Adventistas, inclinados a la
reforma.
Tanto Ford como Rea "son amigos de la iglesia, no
enemigos, a pesar del hecho de que, en ambos casos, la
sabiduría de algunas de sus tácticas sean cuestionables,"
escribió Cottrell. A los futuros historiadores, continuó
Cottrell, "la crisis Ford-Rea les parecerá el clímax lógico,
quizás inevitable, después de cerca de un siglo de ocultar
bajo la alfombra denominacional los puntos en disputa a los
cuales ellos habían llamado la atención recientemente".31
El borrador
preliminar mismo de Cottrell ("Our Present Crisis: Reaction to
a Decade of Obscurantism") [Nuestra crisis actual: Reacción a
una década de oscurantismo] era aún más específico y
devastador en sus señalamientos con el dedo, pues continuaba
diciendo:
Los únicos elementos nuevos son la extensa aplicación, por parte de
Ford, del principio apotelesmático, que cada uno en la
iglesia sigue hasta cierto punto, y la demostración por Rea
de la extensión de la dependencia literaria de Ellen White.
Hay evidencia documental del hecho de que nuestros eruditos
bíblicos, hace por lo menos veinticinco años, eran bien
conscientes de todos los problemas exegéticos que evoca
nuestra tradicional interpretación de Daniel y Hebreos, y
también de la dependencia literaria de Ellen White. Pero,
durante los años que transcurrieron (noventa y setenta y
cinco, respectivamente), la iglesia enterró,
consistentemente, oficialmente, y más o menos efectivamente,
los repetidos y positivamente motivados intentos—y en
algunos casos a la gente que presumía de hacer las preguntas
también - que competentes eruditos bíblicos, cuya
lealtad a la iglesia no puede ser puesta en duda, efectuaban
a menudo.32
Y finalmente echó la culpa a administradores específicos:
La década de
1969 a 1979 proporciona el fondo histórico inmediato para
nuestro dilema. Antes de esta década, nuestros eruditos
bíblicos trabajaban calladamente en estos problemas,
individualmente y en círculos eruditos, plenamente conscientes
del hecho de que la iglesia se acercaba a una crisis de la
cual, en el mejor de los casos, apenas se daba cuenta. En mis
narraciones pesonales, acumuladas a través de los años, hay
extensa documentación contemporánea de lo que se estaba
haciendo, y de las medidas oficiales de la Conferencia General
para ahogar esta investigación erudita. Este registro de
ofuscación bien intencionada es vital para entender nuestro
dilema actual porque fue esto, más que cualquier otro factor
por sí solo, lo que condujo a Ford y a Rea, especialmente a
Ford, a "publicar" sus preguntas. El presente curso de acción
de ellos es una reacción a la ofuscación, no un intento
gratuito de desconcertar a la iglesia. ¡La iglesia misma es
básicamente responsable por la crisis, no Ford ni Rea!
La mayoría de los siguientes incidentes durante la década de
1969 a 1979 pueden documentarse a partir de mis archivos
personales. Para los pocos items que no están cubiertos en mis
archivos pesonales, hay evidencia documental en otros lugares,
y/u otras personas pueden verificar los hechos.
Fue la anunciada política de Robert H. Pierson como presidente de la
Conferencia General que los administradores, no los eruditos
bíblicos ni los teólogos, tomarían las decisiones teológicas
de la iglesia. Durante estos años, reiteró esta política a
individuos y a los comités de la Conferencia General, y la
implementó al nombrar a no eruditos (particularmente a Willis
Hackett y a Gordon Hyde) para vigilar a la comunidad erudita
Adventista, gobernar el Comité de Investigación Bíblica y el
Comité Consultivo Sobre Geociencia, y restructurar estos
comités de una manera calculada para asegurar el
efectivo control administrativo de ellos.33
Cottrell era sólo uno de muchos mensajeros
con más malas noticias para la iglesia en su crisis. Fred
Veltman, de acuerdo con The Adventist Review en el
otoño de 1980, era el hombre sobre cuyos hombros caería el manto
de la verdad. A causa del alboroto causado por el estudio Rea,
el Review informó:
Después de un cuidadoso estudio de la
información, [el Comité Glendale de enero 28-29, 1980] llegó a
la conclusión de que el uso de fuentes por parte de Ellen
White había sido más extenso de lo que habíamos pensado, y
recomendó que un erudito formado en análisis literario se
encargara de llevar a cabo un estudio concienzudo de The
Desire of Ages. Esta sugerencia fue adoptada por la
Conferencia General. El Dr. Fred Veltman, un erudito del Nuevo
Testamento de la facultad del Pacific Union College, ya está
ocupado a tiempo completo en el proyecto, que se espera que le
tome como dos años.34
Después de examinar el material acerca de
la controversia sobre Ellen White que tenía disponible, Veltman
escribió una crítica detallada para el Comité Consultivo
Ejecutivo del Presidente en Washington. En ese informe, decía,
citando a aquel mismo Raymond Cottrell:
La evidencia de
Walter Rea y sus conclusiones serán y son sumamente
perjudiciales para la fe de nuestra membresía en EGW.
Decir que "Yo vi"
y expresiones similares se refieren al conocimiento y no a los
orígenes celestiales del contenido de las visiones es pedirle
a la gente que deje de creer lo que se le ha enseñado durante
toda su vida. La obvia lectura de la expresión en su contexto
lo haría a uno entender que las visiones tienen una fuente
celestial. Esta explicación obliga a la gente a llegar a la
conclusión de no se puede asumir la integridad de EGW.35
Edward Heppenstall, por largo tiempo
teólogo Adventista, también es citado por Veltman:
El material de Walter tendrá un efecto
devastador sobre la membresía de la iglesia. Muchas de las
respuestas que se ofrecen ahora no son realmente
satisfactorias para aquéllos que han examinado la información.36
Hasta Desmond Ford, el teólogo australiano, hace un devastador resumen, como lo informan las palabras de Veltman:
Des no cree que EGW tuviera el propósito de engañar. Al mismo tiempo, no puede
estar de acuerdo con las posiciones tomadas o sostenidas por
la iglesia en el sentido de que los escritos de EGW son una
extensión del canon, que tienen autoridad en cuanto a las
doctrinas de la iglesia, y que son infalibles.
Des considera que Walter Rea está renuente a publicar sus conclusiones y que
desea ir con los hermanos si sólo éstos toman en serio los
puntos en disputa y la evidencia.37
Veltman mismo llega a las siguientes conclusiones:
La mayoría de
las respuestas que el vocero de la iglesia proporciona cuando
Walter plantea las preguntas no son adecuadas. Además, la
credibilidad de los dirigentes de la iglesia disminuye con
cada nueva publicación. La iglesia es constantemente tomada
por sorpresa y puesta a la defensiva. Y cada punto que la
iglesia admite es "un tanto" para Walter. La iglesia debería
estar en la línea del frente haciendo el estudio e informando
a los miembros cuando la información ha sido cuidadosamente
evaluada. Lo que es difícil de entender es por qué la iglesia
no está dispuesta a trabajar con Walter a pesar de que él está
dispuesto a trabajar con la iglesia.
Walter está decidido a llegar al fondo del problema y
hacérselo saber a la iglesia. Él no quiere que otra generación
pase por la agonía personal de la desilusión que él
experimentó. Esto no es negociable para Walter, y es difícil
criticarlo por su convicción en vista de la evidencia y la
historia de su problema en la iglesia.
La cuestión de los "Se me mostró" probablemente
es la más difícil de contestar.38
Efectivamente, los dirigentes de la iglesia
encontraron difícil enfrentarse a la realidad, pero era obvio
que algo debía hacerse, y pronto. Así que, como siempre, los
cansados pastores de PREXAD (Comité Consultivo Ejecutivo del
Presidente) y el White Estate se volvieron a la fuente que tan a
menudo le niegan a sus miembros—la ley. Parecía su última
esperanza de calmar la tormenta que no quería desaparecer y para
la cual no estaban preparados.
El abogado de la Iglesia Adventista del Séptimo Día decide
que, a causa del tiempo en el cual ella vivió, White no era
legalmente culpable de plagio.
El Review de septiembre 1, 1981 anunció que
su abogado católico había declarado eso. De acuerdo con la
definición del abogado, Ellen White no era legalmente una
plagiaria, y por lo tanto, sus obras no constituían una
violación del derecho de autor.39 Este informe—que claramente
soslayaba las implicaciones morales, espirituales, o teológicas
en el corazón del asunto—trajo muy poco consuelo y arrancó
pocos suspiros de alivio de los lectores informados.
Para aumentar la confusión, Arthur
Delafield, otro cansado pero voluntarioso guerrero, fue llamado
de vuelta al combate. Delafield, que había sido clérigo viajero
del White Estate por más de veinticinco años, escribió una
respuesta a una carta de un miembro laico de Australia. Además
de hacer preguntas, este laico había declarado una convicción:
Debo admitir que, a veces, me he
sentido airado y desilusionado, no con Walter Rea o de Walter
Rea, sino con el "sistema". La cuestión no es cómo silenciar o
desacreditar a Walter Rea (o el Forum, o cualquier otra
persona), sino si lo que él dice es cierto o no. Puedo vivir
con la verdad acerca de Ellen White, pero me sería muy difícil
sentir entusiasmo acerca de pertenecer, mucho menos sostener y
promover, una organización que depende de falsedades o la
intimidación para sobrevivir.40
La respuesta de Delafield fue de novela. En típico estilo pontificio, declaró:
Su carta de mayo
27, dirigida al presidente de la Conferencia General, ha
llegado a esta oficina. El pastor Wilson ciertamente desea que
usted lo recuerde con cálidos sentimientos de hermandad. Su
asistente administrativo, Arthur Patzer, me ha pedido que yo
le conteste, puesto que he pasado 25 años en las oficinas del
Ellen G. White Estate como uno de los secretarios y ahora soy
fideicomisario vitalicio de la junta del White Estate...
Walter [Rea] ha pasado más tiempo buscando paralelos entre los
escritos de Ellen White y fuentes no inspiradas que cualquier
persona fuera del White Estate. Ha colocado estos paralelos
uno al lado del otro, y el peso de la evidencia parece indicar
que Ellen White fue casi una criatura de su tiempo—una
plagiaria con enorme capacidad para incorporar escritos ajenos
a sus propios mensajes escritos y obtener crédito por ello.
Digo que lo que antecede parecería ser lo que Walter Rea había probado. Sin
embargo, un investigador cuidadoso ... se siente grandemente
angustiado por la "evidencia" de Walter Rea. Digo que esto no
es porque hay mucho, sino porque él cree que hay mucho de
ello, y digo que él está equivocado. Terriblemente equvocado.
Manifiestamente ha exagerado la situación.41
Finalmente, su mejor carta aparece en la página
cinco:
Tengo mucho respeto por muchos de
nuestros teólogos Adventistas. Me he sentado a sus pies, y he
sido instruído por ellos. Los admiro y los respeto mucho. Me
gustaría recordarle, sin embargo, que usted puede revisar la
Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis sin encontrar un solo
texto que indique que los teólogos tienen el don del Espíritu
Santo. Las Escrituras indican, sin embargo, que los profetas
tienen el don del Espíritu Santo. Ellen White tenía ese don y
era canónica en lo que concierne a autoridad en
interpretaciones doctrinales [la cursiva es nuestra].42
Por cuanto Delafield, ahora jubilado,
escribió su respuesta en papel oficial de la Conferencia
General, e invocó el nombre del clérigo de la iglesia, Neal C.
Wilson, como su autoridad para escribir, parecería que "la
iglesia" había rechazado extraoficialmente la controvertida
posición que había asumido como veinticuatro años antes, cuando,
bajo alguna controversia y coacción, "un grupo representativo de
dirigentes Adventistas del Séptimo Día, instructores bíblicos, y
editores" había declarado a través de la prensa oficial
Adventista:
Deseamos hacer notar....
- Que no consideramos los escritos de Ellen G. White como una adición al canon sagrado de las Escrituras.
- Que no creemos que ellos sean de aplicación universal, como la Biblia, sino particularmente para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
- Que no los consideramos en el mismo sentido que las Sagradas Escrituras, las cuales permanecen como el solo y único modelo por el cual han de ser juzgados todos los otros escritos.
Los Adventistas del Séptimo Día creen uniformemente que el canon de las
Escrituras se cerró con el libro de Apocalipsis. Sostenemos
que todos los otros escritos y enseñanzas, de cualquier
fuente que sean, han de ser juzgados por la Biblia y están
sujetos a la Biblia, que es la fuente y la norma de la fe
cristiana. Probamos los escritos de Ellen G. White por medio
de la Biblia, y en ningún sentido probamos la Biblia por
medio de los escritos de Ellen G. White....
Nunca hemos considerado a Ellen G. White en la misma categoría que los escritores del canon de las Escrituras. [el énfasis se ha añadido].43
A pesar de los mejores esfuerzos del "grupo
representativo" de 1957, que publicó las declaraciones que
anteceden en Questions on Doctrine, ahora, en la carta
de 1981 del viejo guerrero, por fin había quedado claro el plano
detallado de los puntos de vista extremos y paranoicos del
pasado. Los Adventistas, por medio de cansados pastores, le
estaban diciendo al mundo que, a pesar de todo el doble sentido
del pasado y los engaños del presente, ellos en efecto echaban
su suerte con Ellen como su autoridad final, para ellos, la
primera entre sus iguales. ¡Por medio de él, ellos, en efecto,
están orgullosos de decirle al mundo que ellos representan una
secta y que no están a punto de asociarse con no-miembros de su
culto o de cualquier resto de la comunidad cristiana!
La verdad tiene un modo de eludir a un
"verdadero creyente" cuando los voceros de la iglesia parecen
estar dispuestos a pasar por alto la mayor parte de la
información, la mayoría de sus críticos amigables, y toda la
evidencia, en sus esfuerzos por ocultar la realidad.
Aún otra declaración que salió a luz, nada
menos que de parte de W. C. White, el hijo de Ellen, no cambió
la posición de que todo lo que ella decía tenía que venir de
Dios. En 1905, se supone que él dijo:
Algunos de los más preciosos capítulos
del Desire of Ages se componen de material que fue
escrito primero en cartas dirigidas a hombres que trabajaban
bajo circunstancias penosas, con el propósito de alegrarlos e
instruirlos en su trabajo. Algunas de estas hermosas lecciones
acerca de la experiencia cristiana, ilustrada en la vida de
nuestro Salvador, se escribieron primero en cartas a mi
hermano Edson, cuando luchaba con muchas dificultades en su
trabajo en Mississippi. Algunas se escribieron primero al
Pastor Corliss, cuando sostenía una discusión con un astuto
campbellista en Sydney. Nota: La Hermana White escribió en la
copia original de su manuscrito, y de su puño y letra, las
siguientes palabras: "He leído esto. Es correcto".44
Pero era inútil. ¡Siempre habría quienes
dirían que si Ellen había tocado algo, o lo había visto, o si
siquiera se había enterado de ello, tenía que venir de Dios y
que todo ello era inspirado! Hasta aquella declaración, tan a menudo citada por los
Adventistas, de que algún bibliotecario de los sagrados
salones de la Biblioteca del Congreso había descrito a The Desire of Ages como uno de los diez libros más
impresionantes sobre la vida de Cristo, se descubrió que
había sido musitada por algún predicador Adventista camino a
su trabajo. Pero saber esto no sacudiría ni libraría al creyente verdadero. De tales cosas están hechas las mentiras blancas en esta vida.
Exposiciones seleccionadas
| Libros escritos por White:
| Fuentes de las cuales extrajo material:
|
| White, Ellen G.
The Desire of Ages, Mountain View, California,
Pacific Press, 1898.
The Spirit of Prophecy, tomos 2-3,
Mountain View, California, Pacific Press,
1877-1878. |
Edersheim, Alfred
Bible History, tomo I, (1876). Reimpresión,
Grand Rapids Eerdmans 1949.
The Life and Times of Jesus the Messiah, (1883).
Reimpresión, Grand Rapids Eerdmans 1967.
Farrar, Frederic W.
The Life of Christ, New York, Dutton, 1877.
Fleetwood, John
The Life of Our Lord and Savior Jesus Christ,
New Haven, Galpin, 1844.
Geike, Cunningham
The Life and Words of Christ, New York,
Appleton, 1883.
Hanna, William
The Life of Christ, New York, American Tract
Society.
Harris, John
The Great Teacher, 2nd ed., Amherst J. S. and C.
Adams, 1836.
The Great Teacher, 17th ed., Boston, Gould and
Lincoln, 1870.
March, Daniel
Night Scenes in the Bible, Philadelphia,
Zeigler, McCurdy.
Walks and Homes of Jesus, Philadelphia,
Presbyterian Pub. Committee, 1856. |
Cuadros Comparativos de Muestra
Nota: Los numerales entre corchetes [ ] indican números de páginas.
The Spirit of Prophecy, Tomo 2 E. G. White 1877
| The Life of Christ, William Hanna 1863
|
|
[67] Cristo dice virtualmente: En las orillas del Jordán, los cielos se
abrieron delante de mí, y el Espíritu descendió sobre mí
como paloma. Esa escena en el Jordán no era sino una
señal para evidenciar que yo era el Hijo de Dios. Si
creéis en mí como tal, vuestra fe arderá más
intensamente, y veréis abrirse los cielos, y nunca se
cerrarán. Yo los he abierto para vosotros, y los ángeles
de Dios, que están unidos conmigo en la reconciliación
entre la tierra y el cielo, uniendo a los creyentes en
la tierra con el Padre en lo alto, ascenderán, llevando
las oraciones de los necesitados y los afligidos desde
la tierra hasta el Padre en lo alto, y descendiendo,
trayendo bendiciones .... para los hijos de los
hombres.
Los ángeles de Dios están
siempre moviéndose hacia arriba y hacia abajo desde la
tierra hasta el cielo, y desde el cielo hasta la tierra.
Todos los milagros de Cristo fueron llevados a cabo a
favor de los afligidos y los sufrientes por el poder de
Dios a través del ministerio de los ángeles. Cristo
condescendió a asumir la humanidad, y así, une sus
intereses con los caídos hijos e hijas de Adán aquí
abajo, mientras su divinidad se ase del trono de Dios. Y
así Cristo abre la comunicación entre el hombre y Dios,
y entre Dios y el hombre. |
[108] Habéis oído... en las orillas del río, los cielos se abrieron por un
momento por encima de mi cabeza, y se vio al Espíritu
descender sobre mí como paloma. Esa no era sino una
señal. Creed lo que esa señal se proponía confirmar;
creed en mí como el Cordero de Dios, el Salvador del
mundo, el que bautiza con el Espíritu Santo, y vuestros
ojos de fe serán estimulados, y veréis aquellos cielos
permanecer continuamente abiertos sobre mi cabeza -
abiertos por mí para vosotros; y a los ángeles de Dios
... que llevan a cabo el bendito ministerio de
reconciliación entre la tierra y el cielo, entre ... los
creyentes abajo y el Padre celestial arriba... subiendo
y trayendo innumerables bendiciones, ascendiendo y
descendiendo sobre el Hijo del hombre.... Me veréis en
esa escalera de toda graciosa comunicación entre la
tierra y el cielo, fijando mi humanidad firmemente un
extremo de esa escalera a la tierra, en mi divinidad el
otro extremo de esa escalera perdido entre los
esplendores del trono. |
The Spirit of Prophecy, Tomo 2 E. G. White 1877
| Night Scenes in the Bible, Daniel March 1868—1870
|
|
[343] La Fiesta de
los Tabernáculos se celebraba para conmemorar el tiempo
en que los hebreos habitaron en tiendas durante la
peregrinación en el desierto. Mientras duraba este gran
festival, al pueblo se le requería que dejara sus casas
y viviera en cabañas hechas de ramas verdes de pino o
arrayán. Estas frondosas estructuras se erigían algunas
veces sobre los techos de las casas, y en las calles, en
los valles, y a lo largo de las laderas. Dispersas en
todas direcciones, estos verdes campamentos presentaban
un aspecto muy pintoresco.
[344] La fiesta
duraba una semana, y durante todo ese tiempo el templo
era una escena festiva de gran regocijo. |
[363] Por siete días
consecutivos, Jerusalén estuvo atestado de miles de
fieles en Israel... Vivían en cabañas o tabernáculos de
ramas verdes, construídas sobre los techos de las casas,
en las calles y plazas públicas, en los patios del
templo y de las casas privadas, y hacia arriba y hacia
abajo en los valles y laderas más allá de los muros de
la ciudad. Todo el Monte Sión... estaba tan espesamente
sombreado por ramas verdes que a la distancia semejaba
un bosque de palmas y pinos, de olivos y de mirtos.
Siete días estaban consagrados.... |
The Desire of Ages, Ellen G. White 1898
| The Great Teacher, John Harris 1836 (1870 ed.)
|
|
[23] Así, Cristo levantó su tabernáculo en medio de nuestro campamento
humano. Armó su tienda al lado de las tiendas de los
hombres, para que pudiera morar entre nosotros, y
familiarizarnos con su divino carácter y su vida. |
[90] Vino y levantó
su tabernáculo en medio del campamento humano, armó su
tienda al lado de las tiendas nuestras, para atestiguar
la presencia de Dios, familiarizarnos con su
carácter, y hacernos sensibles a su amor. |
The Desire of Ages Ellen G. White 1898
| Walks and Homes of Jesus, Daniel March 1856
|
|
[83] Sería bueno que pasáramos una hora cada día contemplando pensativos la
vida de Cristo. Deberíamos considerarla punto por punto,
y dejar que la imaginación capte cada escena,
especialmente las finales. Al detenernos en su gran
sacrificio por nosotros, nuestra confianza en Él será
más constante, nuestro amor será estimulado, y estaremos
más profundamente imbuídos de su espíritu. |
[313] Sin embargo, nos haría mucho bien pasar revista, con frecuencia y
solemnemente, a las escenas finales de la vida terrenal
del Salvador.... Aprenderemos muchas saludables
lecciones recordando y pasando una hora pensativos en un
esfuerzo por fortalecer nuestra fe y estimular nuestro
amor al pie de la cruz. |
The Desire of Ages, Ellen G. White 1898
| The Life of Christ, William Hanna 1863
|
|
[142] "De cierto, de
cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo
abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden
sobre el Hijo del Hombre."
Aquí Cristo dice virtualmente: En la orilla del Jordán,
los cielos se abrieron, y el Espíritu descendió como
paloma sobre mí. Esa escena no era sino una señal de que
yo soy el Hijo de Dios. Si vosotros creéis en mí como
tal, vuestra fe arderá más intensamente. Veréis que los
cielos están abiertos, y que nunca se han de cerrar. Yo
los he abierto para ustedes. Los ángeles de Dios están
ascendiendo y descendiendo, trayendo bendiciones y
esperanza, valor, ayuda, y vida, a los hijos de los
hombres...
[143] Al tomar sobre
sí la humanidad, nuestro Salvador une sus intereses a
los de los caídos hijos e hijas de Adán, mientras que
por medio de su divinidad Él se ase del trono de Dios. Y
así Cristo es el medio de comunicación entre los hombres
y Dios, y entre Dios y los hombres. |
[108] "De cierto, de
cierto os digo: De aquí en adelante, o más bien desde
este momento en adelante, veréis el cielo abierto, y a
los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo
del Hombre. Habéis oído que hace unas pocas semanas en
las orillas del río, los cielos se abrieron por un
momento sobre mi cabeza, y se vio al Espíritu viniendo
sobre mí como paloma. Esa no era sino una señal. Creed
lo que esa señal se proponía confirmar; creed en mí como
el Cordero de Dios, el Salvador del mundo, el que
bautiza con el Espíritu Santo, y el ojo de vuestra fe
será estimulado, y veréis esos cielos abiertos
continuamente sobre mi cabeza—abiertos por mí para
vosotros; y a los ángeles de Dios—todos los seres y
todas las cosas que llevan a cabo el bendito ministerio
de reconciliación entre la tierra y el cielo...
ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del Hombre....
Me veréis en esa escalera de toda graciosa comunicación
entre la tierra y el cielo, mi humanidad fijando
firmemente en la tierra un extremo de esa escalera
perdida en medio de los esplendores del trono."
|
La carta de Robert Olson
Ellen G. White Estate, Inc.
Propietario de
Ellen White
Publications
Conferencia General
de Los Adventistas del Séptimo Día
6840 Eastern Avenue, NW
Washington, D. C. 20012
Tel. (202)723-0800 Telex 89-580
Noviembre 29 de 1978
W. P. Bradley R. D. Graybill
D. A. Delafield D. E. Mansell
P. A. Gordon A. L. White
Queridos hermanos:
Desde nuestra reunión ayer por la mañana,
cuando discutimos el nombre de Jim Cox en relación con la
investigación acerca de Desire of Ages, dos de ustedes
me pidieron que pusiéramos algo por escrito que pudiera
ayudarnos a pensar un poco como anticipación a una ulterior
discusión de este tema el próximo martes, diciembre 5.
Como todos ustedes saben, con el correr de
los años, diferentes individuos se han interesado en comparar
los escritos de la Sra. White con las obras de otros autores, y
supongo que esto continuará sucediendo hasta el fin del tiempo.
Uno de los más recientes en prestar atención a este tipo de
investigación es el pastor Walter Rea, que es pastor en la
Southern Conferencia Conference.
Hace como ocho o diez meses, el Pastor Rea
me envió una copia de algunas de sus investigaciones que, en su
opinión, demostraban que Ellen White había dependido mucho de
Edersheim para algunas de las cosas que había escrito en Desire
of Ages, así como para la organización misma del libro en
sí, y el uso de muchos títulos de capítulo.
En aquella ocasión, le escribí al Pastor
Rea y le pedí que no siguiera adelante con ningún plan para
publicar sus descubrimientos hasta que yo tuviera la oportunidad
de hablar con él personalmente en el Campamento de la Southern
California Conference que habría de tener lugar en julio de
1978. El pastor Rea estuvo de acuerdo en seguida con esta
sugerencia. Cuando asistí al campamento cerca de Palmdale,
California, en Julio pasado, pasé varias horas hablando con el
pastor Rea, y obtuve su consentimiento para detener el anuncio
de su trabajo hasta cualquier punto hasta que nosotros mismos
hubiésemos tenido la oportunidad de mirarlo primero. Le dije
que, si nadie en el White Estate tenía tiempo para llevar a cabo
una investigación personal de su trabajo, trataríamos de
encontrar un erudito calificado en alguna parte de nuestras
filas que pudiera hacerlo por nosotros. Me pareció que esto
debería hacerse en bien tanto de sus intereses como de los
nuestros. Los eruditos deberían estar siempre abiertos a recibir
críticas de su trabajo, y esto debe hacerse antes de la
publicación. El pastor Rea ha accedido a darnos todo el tiempo
que necesitemos antes de dar cualquier otro paso por su cuenta.
Le he enviado una copia Xerox del trabajo
del pastor Rea al pastor Kenneth Davis del Southern Missionary
College. El pastor Davis ha indicado que está dispuesto a
ayudarnos en este proyecto de investigación. El pastor Davis
dicta un curso sobre "La Vida de Cristo" en el SMC, y por muchos
años ha usado el libro de Edersheim The Life and Times of Jesus the Messiah [Vida
y Tiempos de Jesús, el Mesías] en relación con la enseñanza de
su clase. Debería poder producir un informe en el verano de
1979. El trabajo del pastor Davis no le costará nada al White
Estate.
Por medio de Jim Nix en Loma Linda y Ed
Turner en la Universidad de Andrews, me he enterado de que
alguien en el área de Loma Linda está comparando Desire of
Ages con el libro de Hanna The Life of Christ. Jim Nix me dijo que él vio
el libro de Hanna y que está profusamente subrayado tanto en
rojo como en azul, y que se supone que ésta es la misma copia
del libro que se usaba en la oficina del White Estate cuando la
Sra. White preparaba su libro Desire of Ages. Jim Nix hizo una
copia Xerox de este libro y nos la envió, así que la tenemos
aquí en nuestra oficina. No sé hasta dónde se está comentando
este informe en particular en Loma Linda, pero, de acuerdo con
Jim Nix, varias personas están hablando de él. Ed Turner me dio
esencialmente el mismo informe hace cuatro semanas, cuando hablé
con él en la Universidad de Andrews. Le pregunté a Ed si podía
decirme quién era este individuo, y me contestó que no podía.
"Si supieras quién es, entenderías por qué no te puedo decir su
nombre." Le pregunté a Ed si la persona era un leal Adventista
del Séptimo Día o no. Su respuesta fue que yo probablemente lo
consideraría como alguien más o menos al margen. Aparentemente,
este individuo desconocido, que posee una copia de "Life of
Christ," de Hanna, es un tipo de persona más bien intelectual
que tiene fuertes sentimientos contra el White Estate. Por lo
menos, yo llegué a esta conclusión después de hablar con Ed
Turner.
Ed también me habló de un profesional, un
dentista, según recuerdo, que vivía en el área de Victorville,
al norte de Loma Linda, que, a partir de su propio estudio
personal a través de los años, se había familiarizado mucho con
Desire of Ages. Este profesional había tenido acceso
recientemente a Life of
Christ, de Hanna, y después de leerlo, le dijo a Ed que
estaba "maravillado" de ver el estrecho parecido que descubrió
entre Hanna y Ellen White.
Cuando estuve en Andrews hace cuatro
semanas y me reuní con los estudiantes de doctorado en Teología,
así como con la facultad, el jueves 26 de octubre, desde las
12:30 hasta las 2:30 p.m., me encontré con que tenía que
contestar todo tipo de preguntas, incluyendo algunas
relacionadas con Desire of Ages y la posible dependencia
de la Sra. White de otros autores para lo que había escrito en
esa obra. Lo único que pude decirle a los estudiantes y a la
facultad fue que nosotros éramos conscientes de las afirmaciones
que se estaban haciendo, que estábamos tan ansiosos como
cualquier otra persona de saber cuáles eran los hechos, y que
estimularíamos cualquier investigación que se hiciera y que nos
condujera a una comprensión más plena de la situación. Les dije
que el Pastor Walter Rea había trabajado algo en esta área, y
que a mí personalmente me parecía que la investigación no era lo
bastante adecuada para darnos ninguna conclusión final. Dije que
nosotros en el White Estate simplemente no teníamos el personal
necesario para hacer este tipo de trabajo, además de cumplir con
todas nuestras otras responsabilidades. Y les dije que
esperábamos poder encontrar ayuda desde dentro de la facultad
misma del Seminario, para que nos ayudaran en esta obra. Miré
directamente a Jim Cox, que estaba sentado como a quince pies en
frente de mí, y le dije: "Jim, espero que tú y los de tu
departamento puedan ayudarnos en esta investigación, para que
podamos reconocer los hechos, cualesquiera que sean, y terminar
con los rumores infundados".
Yo no le había dicho a Jim ni una palabra
sobre el asunto antes de ese momento, y creo que lo dejé
estupefacto con mi comentario. Por supuesto, yo estaba enterado
de que él se había acercado a Ron Graybill anteriormente y
expresado interés en llevar a cabo esta clase particular de
trabajo.
Me pareció que, desde un punto de vista
psicológico, sería bueno que nosotros no fuéramos arrastrados a
esta clase de programa de investigación, sino que ayudáramos a
fomentarlo. A menudo, los eruditos Adventistas son del parecer
de que nosotros los del White Estate en realidad no estamos
interesados en una investigación seria en este sentido. Tienen
la impresión de que probablemente sentimos temor de lo que
podríamos encontrar. Me gustaría disipar esta idea de las mentes
de nuestros instructores bíblicos Adventistas, si es posible.
Cualquiera que sea la actitud que asumamos
en esta oportunidad, yo no creo que impidamos que continúe esta
clase de investigaciones. Podríamos desear que cesaran todas
esas investigaciones, pero estoy seguro de que desearlo no
producirá ningún resultado de esa clase. Me parece que tenemos
sólo dos alternativas. Una es que, de una u otra forma, nos
involucremos en la investigación. La segunda es que nos
retiremos de ella por completo, y simplemente reaccionemos al
trabajo de otros después de que hayan terminado su
investigación. Si aceptamos la segunda alternativa, me temo que
afectará nuestro grado de credibilidad a los ojos de
nuestros instructores bíblicos.
Dicho sea de paso, Ron Graybill me mencionó
que, en relación con la solicitud que se le hizo para que
visitara la Iglesia Green Lake en Seattle, Washington, para un
fin de semana dedicado al Espíritu de Profecía, ya se le ha
hecho saber que varios miembros de la iglesia de allí tienen
preguntas relativas al uso de fuentes en la preparación del
libro Desire of Ages. Parece que, nos guste o no, esta
cuestión se está discutiendo más y más ampliamente.
Personalmente, creo que nos convendría a nosotros aquí en el
White Estate ayudar a fomentar alguna clase de investigación
seria que conduzca a respuestas definitivas para las preguntas
que están surgiendo. En la actualidad, no sabemos cómo responder
a las muchas preguntas que nos están llegando sobre este punto,
y no deseo dar la impresión de que tememos a los hechos. Me
parece que la verdad no tiene nada que perder con la
investigación.
Más tarde en la tarde del jueves 26 de
octubre, pasé como una hora con Jim Cox en su oficina en el
edificio del Seminario, revisando algunos detalles de la línea
de investigación que él seguiría, si es que iba a ocuparse en
este proyecto para nosotros. Le expliqué que estábamos
interesados en saber exactamente cuáles libros usó Ellen White
como ayudas cuando escribió Desire of Ages y hasta qué
punto se usaron estos libros. En otras palabras, ¿qué
tipo de material extrajo ella de los libros? ¿Fue cronológico?
¿Geográfico? ¿Cultural? ¿Histórico? Por supuesto, lo más
importante que deseamos saber es en qué punto difiere la Sra.
White de sus contemporáneos. ¿Eran estas diferencias en el
enfoque general y el tono? Le pedí que, en particular, buscara
contribuciones teológicas y lecciones espirituales que se
encontraban en Desire of Ages y que no se encontraban en
ninguna otra parte.
Si Jim ha de hacer un trabajo concienzudo
para el White Estate en esta área, será necesario que cooperemos
con él proporcionándole información de nuestra bóveda, que ahora
está disponible para él. Me refiero a la correspondencia de la
década de 1890, que nos daría indicios tanto en cuanto a quiénes
eran las asistentes literarias de Ellen White cuando trabajaba
en Desire of Ages, como algo de la naturaleza de su
trabajo. También sería útil tener cualquier comentario que estas
empleadas hayan hecho, especialmente Marian Davis. También sería
útil proporcionarle a Jim declaraciones de W. C. White, H.
Camden Lacey, Dores Robinson, y posiblemente otros, que podrían
arrojar luz sobre cuándo y cómo se llevó a cabo el trabajo del Desire
of Ages. También podría haber información recogida de los
diarios y cartas de Ellen White, que proporcionen detalles
informativos adicionales.
Jim me dijo que necesitaría por lo menos
seis meses para hacer el trabajo que, según, él sería necesario,
y que sólo tenía un permiso de tres meses, que le tocaba tomar
en el semestre de otoño de 1979. Dijo que estaba vivamente
interesado en esta tarea en particular, y que se sentiría feliz
de usar su permiso de tres meses para trabajar en ella, pero que
no podría hacerlo a menos que la administración de la
Universidad de Andrews le concediera otros tres meses sin
ninguna responsabilidad de enseñar, para poder pasarse seis
meses consecutivos trabajando en este proyecto. Más tarde ese
mismo día, conversé acerca del asunto con Tom Blincoe y Grady
Smoot. Ambos se mostraron favorables a la idea en ese momento,
pero, por supuesto, no quisieron hacer ningún compromiso que
involucrase tres meses del tiempo de Jim Cox. Cuando estuve
allí, no hablé con Dick Schwartz, porque estaba en el hospital.
Sin embargo, hace como dos semanas, los doctores Smoot,
Schwartz, y Blincoe se reunieron y discutieron nuestra
solicitud. Después de su reunión, Dick me dijo por teléfono que
estaban dispuestos a participar en el proyecto dándole a Jim Cox
los tres meses de tiempo extra que serían necesarios. Dick me
recordó que Jim no siempre ha disfrutado de la más favorable
reputación. Le dije que yo lo sabía, pero que me parecía que si
Jim era lo bastante bueno para ser jefe del Departamento de
Nuevo Testamento en nuestro único Seminario Teológico Adventista
del Séptimo Día, también era lo bastante bueno para hacernos
este trabajo de investigación. Le expliqué que, mientras estuve
allí, había hablado con Jim en dos ocasiones durante un
total de dos horas y media, y que me parecía que podía confiar
en su actitud. Dick me aseguró que podíamos contar con la
cooperación de la administración de la Universidad de Andrews.
Así que todo se está moviendo ahora en esta dirección, a menos
que se haga algo para detenerlo. En la próxima reunión de la
Junta Directiva de la Universidad de Andrews, el Dr. Smoot le
pedirá a la Junta que autorice a Jim a usar los meses de enero,
febrero, y marzo de 1980 para ocuparse en este proyecto en
particular. En el semestre de invierno de 1980, Jim estaría
relevado de toda responsabilidad de enseñar.
Incluyo copias de las cartas que he escrito
al Sr. Smoot, el Dr. Blincoe, y el Dr. Cox, así como una
carta recibida del Dr. Smoot mencionando este asunto. Su carta
fue escrita sólo unos pocos días antes de que Dick Schwartz me
telefoneara dando la aprobación de ellos.
Ahora, puede ser que yo cometiera un error
al mirar directamente a Jim Cox durante la reunión del jueves
por la tarde y le pidiera su ayuda abiertamente. Sólo el Señor
sabe si hacer eso fue lo correcto o no. La pregunta delante de
nosotros ahora es: ¿Ahora hacia dónde vamos desde aquí? Como yo
lo veo, tenemos las siguientes alternativas:
1. Podríamos decidir que no tenemos
nada que ver con ningún programa de investigación en este
sentido, e informarlo así a nuestros hermanos de Andrews. Esto
significaría que cualquier cosa que Jim deseara hacer, tendría
que hacerlo por su cuenta, y más bien me parece que de todos
modos él se ocuparía en alguna investigación en este sentido por
su propia cuenta a causa de su interés en el tema y el hecho de
que está constantemente enseñando en el campo de los evangelios.
2. Podríamos informar a las
autoridades de Andrews que hemos decidido hacer esta
investigación nosotros mismos aquí en el White Estate en
Washington y que, por esa razón, no necesitaremos ninguna ayuda
en absoluto de su facultad. No creo que nadie en Andrews nos
critique si decidimos seguir este procedimiento.
3. Podríamos informar al Dr. Smoot y
a sus colaboradores que nos gustaría recibir ayuda de la
facultad de Nuevo Testamento de Andrews, pero que no creemos que
la investigación deba hacerla el jefe de ese departamento.
Podríamos decirles que tenemos dudas acerca de Jim y que, a
pesar de que se han hecho ciertos arreglos, creemos que debemos
buscar a uno de los asociados de él para que haga la
investigación antes que confiársela al mismo Jim.
4. Podríamos patrocinar el plan que
ya ha sido acordado por nuestros colegas de Andrews, Ron
Graybill, y yo mismo. Podríamos erigir cualquier dispositivo de
seguridad que nos parezca necesario para proteger los intereses
del White Estate. Pienso que fue el Pastor White quien mencionó
que podríamos designar a un comité para que trabajara con Jim
tan estrechamente como fuera posible para garantizar que los
intereses del White Estate estén protegidos en todo momento.
Personalmente, no veo luz en ninguna de las
tres primeras propuestas. Idealmente, posiblemente deberíamos
hacer la investigación aquí en nuestra propia oficina. Pero
simplemente no podemos hacer esto por falta de personal
adecuado. Simplemente, no tenemos a nadie en la oficina que
pueda dejar por seis meses lo que está haciendo para cumplir con
la exigencia que ya ha sido lanzada sobre nosotros con nuestra
invitación.
La única alternativa que me parece tener
sentido es la última. El tiempo de Jim no le costará nada al
White Estate, y creo que podemos permanecer lo bastante cerca de
él para que las conclusiones a que él llegue sean esencialmente
las mismas a las que nosotros llegaríamos si nosotros mismos
hiciéramos el trabajo. Podríamos pedirle a Jim que preparara un
informe cada dos o tres semanas para un comité compuesto de
personas como Tom Blincoe, Roy Graham, el Dr. Murdoch, Dick
Schwartz, y Raoul Dederen. Posiblemente, Dick Schwartz podría
ser el presidente de ese comité.
Después de que hayamos discutido este
asunto en nuestra reunión de personal el 5 de diciembre,
posiblemente estemos en condiciones de hacer una recomendación a
la Junta cuando se reúna el 7 de diciembre.
Con mis mejores deseos, quedo de Ud.
Sinceramente,
[firmado Bob]
Robert W. Olson, Secretario
RWO/nc
Enc.
Cuadros comparativos de muestra
Nota: Los numerales en corchetes [ ] indican números de página
The Spirit of Prophecy, Vol. 2 E.G. White, 1877
| The Life of Christ William Hanna, 1863
|
[67] Cristo dice virtualmente: En las orillas
del Jordán, los cielos se abrieron delante de mí, y el
Espíritu descendió como paloma sobre mí. Aquella escena en
el Jordán no fue sino una señal para evidenciar que yo era
el Hijo de Dios. Si vosotros creéis en mí como tal, vuestra
fe se avivará, y veréis que los cielos se abrirán, y que
nunca se cerrarán. Yo los he abierto para vosotros, y los
ángeles de Dios, que que están unidos conmigo en la
reconciliación entre la tierra y el cielo, uniendo a los
creyentes en la tierra con el Padre en el cielo, ascenderán,
llevando al Padre en el cielo las oraciones de los
necesitados y los angustiados de la tierra, y descenderán,
trayendo bendiciones ... para los hijos de los hombres.
Los ángeles de Dios están siempre moviéndose hacia
arriba y hacia abajo, de la tierra al cielo, y del cielo a
la tierra. Todos los milagros de Cristo llevados a cabo en
favor de los afligidos y los que sufren tuvieron lugar por
el poder de Dios por medio del ministerio de los ángeles.
Cristo condescendió a tomar sobre sí la humanidad, y de ese
modo, une sus intereses con los caídos hijos y las caídas
hijas de Adán acá abajo, mientras su divinidad se ase del
trono de Dios. De este modo, Cristo abre la comunicación del
hombre con Dios y de Dios con el hombre.
|
[108]
Habéis escuchado ... en las orillas del río, los cielos se abrieron
por un momento sobre mi cabeza, y se vio al Espíritu
descendiendo como paloma sobre mí. Eso no era sino una
señal. Creed que esa señal tenía el propósito de confirmar;
creed en mí como el Cordero de Dios, el Salvador del mundo,
el que bautiza con el Espíritu Santo, y los ojos de vuestra
fe se avivarán, y veréis cómo esos cielos permanecen
abiertos continuamente sobre mi cabeza—abiertos por mí a
favor de vosotros; y los ángeles de Dios ... que desempeñan
el bendito ministerio de reconciliación entre la tierra y el
cielo, entre ... los creyentes abajo y el Padre celestial
arriba ... subiendo y trayendo innumerables bendiciones,
ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre ...Me
veréis en esa escalera de toda comunicación por gracia entre
la tierra y el cielo, fijando mi humanidad firmemente en la
tierra un extremo de la escalera, y en mi divinidad el otro
extremo de esa escalera, perdido entre los esplendores del
trono.
|
The Spirit of Prophecy, Vol. 2 (Continúa)
| Night Scenes in the Bible Daniel March 1868-1870
|
[343] La fiesta de los tabernáculos se celebraba para
conmemorar el tiempo en que los hebreos habitaban en tiendas
durante su peregrinación en el desierto. Mientras duraba
esta gran fiesta, se requería que la gente abandonara sus
casas y viviera en cabañas de pinos o mirtos. Estas
estructuras de hojas sese erigían algunas veces sobre el
techo de las casas, y en las calles, pero más a menudo fuera
de los muros de la ciudad, en los valles y en las
laderas de las colinas. Dispersos en todas direcciones,
estos verdes campamentos presentaban un aspecto muy
pintoresco.
|
[363]
Durante siete días sucesivos, Jerusalén estaba atestada de los
fieles en Israel ... Vivían en cabañas o tabernáculos de
ramas verdes, que eran construídos sobre los techos de las
casas, en las calles y plazas públicas, en los atrios del
templo y en los patios de casas particulares, hacia
arriba y hacia abajo de los valles y las laderas de
las colinas más allá de los muros de la ciudad. Todo el
monte de Sión ... estaba tan espesamente cubierto de ramajes
verdes que desde cierta distancia parecía un bosque de
palmas y pinos, de olivos y de mirtos. Se consagraban siete
días ...
|
The Desire of Ages Ellen G. White, 1898
| The Great Teacher John Harris, 1836 (ed. 1870)
|
[23]
Así, pues, Cristo levantó su tabernáculo en medio de nuestro
campamento humano. Levantó su tienda al lado de las tiendas
de los hombres, para poder morar entre nosotros, y
familiarizarnos con su carácter y vida divinos.
|
[90]
Vino y levantó su tabernáculo en medio del campamento humano,
erigió su tienda al lado de nuestras tiendas, para
testificar de la presencia de Dios, para familiarizarnos con
su carácter, y hacernos sensibles a su amor.
|
The Desire of Ages Ellen G. White, 1898
| Walks and Homes of Jesus Daniel March, 1856
|
|
[83] Sería bueno que pasáramos una hora pensativa cada día
contemplando la vida de Cristo. Deberíamos considerarla
punto por punto, y dejar que la imaginación capte cada
escena, especialmente las finales. A medida que nosotros nos
espaciemos de esa manera en su gran sacrificio por nosotros,
nuestra confianza en él será más constante, nuestro amor se
avivará, y estaremos imbuídos con su Espíritu más
profundamente,
|
[313] Sin embargo, nos haría bien a todos pasar revista,
con frecuencia, solemnemente, a las escenas finales de la
vida terrenal del Salvador. ... Aprenderemos muchas
lecciones saludables recordando y pasando una hora
pensativa, en un esfuerzo por fortalecer nuestra fe y
avivar nuestro amor al pie de la cruz.
|
The Desire of Ages (Continúa)
| The Life of Christ William Hanna, 1863
|
[142] "De cierto, de cierto os digo, que desde ahora veréis
los cielos abiertos, y a los ángeles de Dios ascendiendo y
descendiendo sobre el Hijo del hombre".
Aquí Cristo dice virtualmente: En las orillas del
Jordán, se abrieron los cielos, y el Espíritu descendió como
paloma sobre mí. Esa escena no era sino una señal de que yo
soy el Hijo de Dios. Si vosotros creéis en mí como tal,
vuestra fe se avivará. Veréis los cielos abiertos, y que
nunca se cerrarán. Yo los he abierto para vosotros. Los
ángeles de Dios están ascendiendo ... y descendiendo,
trayendo bendiciones y esperanza, valor, ayuda, y vida a los
hijos de los hombres. ...
[143] Al tomar sobre sí la humanidad, nuestro Salvador
une sus intereses a los de los caídos hijos y caídas hijas
de Adán, mientras, por medio de su divinidad, Cristo se
aferra al trono de Dios. Y de este modo, Cristo es el medio
de comunicación de los hombres con Dios, y de Dios con los
hombres.
|
[108] "De cierto, de cierto, os digo que, de ahora, o más
bien, desde este momento en adelante, veréis el cielo
abierto, y a los ángeles de Dios ascendiendo y
descendiendo sobre el Hijo del hombre. Habéis oído que,
hace algunas semanas, en las orillas del río, los cielos
se abrieron por un momento por encima de mi cabeza, y se
vio al Espíritu descender como paloma sobre mí. Esa no
era sino una señal. Creed lo que aquella señal tenía el
propósito de confirmar; creed en mí como el Cordero de
Dios, el Salvador del mundo, el que bautiza con el
Espíritu Santo, y vuestros ojos de la fe se avivarán, y
veréis los cielos permanecer continuamente abiertos por
encima de mi cabeza—abiertos por mí para vosotros; y
los ángeles de Dios—todos los seres y todas las cosas
que llevan a cabo el bendito ministerio de
reconciliación entre la tierra y el cielo ...
ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre ...
Me veréis en esa escalera de toda comunicación por
gracia entre la tierra y el cielo, mi humanidad fijando
firmemente un extremo de esa escalera en la tierra, en
mi divinidad el otro extremo de esa escalera perdido en
medio de los esplendores del trono".
|
Referencias y Notas
- Ellen G. White, The Spirit of Prophecy (Battle Creek: Review and Herald, 1870-1884), tomo 2, p. 5.
- Robert W. Olson, "EGW´s Use of Uninspired Sources" [Uso, por parte de EGW, de fuentes no inspiradas], fotocopiada (Washington: EGW Estate, 9 noviembre 1979, pp. 1-4, 7, 8.
- William S. Peterson, "Ellen White´s Literary Indebtedness" [La deuda literaria de Ellen White], Spectrum 3, no. 4 (otoño 1971): 73-84. Desde el artículo de Peterson, otros han aparecido en Spectrum cada año desde 1971.
- De Neal C. Wilson para el Glendale Committee Sobre las Fuentes de EGW, 8 de enero 1980.
- De Jerry Wiley para Neal C. Wilson, 14 de enero 1980.
- Donald R. McAdams, "Shifting Views of Inspiration" [Puntos de vista cambiantes sobre la inspiración], Spectrum 10, no. 4 (marzo 1980): 38.
- Ibid., pp. 34-35.
- Glendale Committee, "Ellen G. White and Her Sources" [Ellen G. White y sus fuentes], cintas (28-29 de enero de 1980), observaciones de McAdams.
- Ibid.
- McAdams, "Shifting Views," Spectrum 10, no. 4 (marzo, 1980): 35.
- Ibid.
- EGW, The Spirit of Prophecy, tomo 4, suplemento citando una carta de W. C. White para W. W. Eastman, 12 de mayo de 1969, pp. 545-46.
- Ibid., p. 535.
- Olson, "Ellen G. White and Her Sources," cintas de discursos al Foro Adventista en Loma Linda, CA (enero de 1979).
- De Olson para los Fideicomisarios del EGW Estate, 29 de noviembre de 1978, pp. 1-2.
- Ibid., p. 5.
- Glendale Committee, cintas, 28-29 de enero de 1980.
- Arthur L. White, "(Confidential) Comments on the Proposed Study of 'Desire of Ages'", ["(Confidencial) Comentarios sobre el propuesto estudio del 'Deseado de Todas las Gentes'"] fotocopiada (Washington: EGW Estate, 5 diciembre de 1978).
- Ibid., p. 5
- De W. W. Prescott para DF 198. W. C. White, 6 abril de 1915 (Washington: EGW Estate).
- McAdams, "Shifting Views," Spectrum 10, no. 4 (Otoño de 1971): 36-37.
- Raymond F. Cottrell y Walter S. Specht, "The Literary Relationship Between The Desire of Ages, by Ellen G. White, and The Life of Christ, by William Hanna" [Relación literaria entre Desire of Ages, de Ellen G. White, y The Life of Christ, de William Hanna], 2 pts., fotocopiado (Biblioteca, Archivos, y Colecciones Especiales de la Universidad de Loma Linda, 1 de noviembre de 1979), pt. 2.
- Ibid., pt. 1.
- Ibid., pt. 1, pp. 3-4.
- McAdams, "Shifting Views," Spectrum 10, no. 4 (Otoño 1971): 37.
- Cottrell y Specht, "The Literary Relationship Between EGW and WH," pt. 1, p 5.
- Ibid.
- Véase el Apéndice, Capítulo 6, Cuadros Comparativos mostrando similitudes entre Ellen G. White y William Hanna.
- Ibid.
- Ibid.
- John Dart, "Adventists Cite Legal Opinion to 'Clear' Prophet of Plagiarism" [Los Adventistas citan una opinión legal para 'exonerar' a la profeta de plagio], Los Angeles Times (19 de septiembre de 1981).
- Raymond F. Cottrell, "Our Present Crisis: Reaction to a Decade of Obscurantism" [Nuestra crisis actual: Reacción a una década de oscurantismo], borrador fotocopiado.
- Ibid.
- [Anuncio editorial sin firma], Adventist Review (27 de noviembre de 1980).
- Fred Veltman, "Report to PREXAD on the E. G. White Research Project" [Informe para PREXAD sobre el proyecto de investigación acerca de E. G. White]; fotocopiado (Angwin, CA Life of Christ Research Project, n. d. [abril de 1981], p. 21.
- Ibid., p. 21.
- Ibid., p. 22.
- Ibid., pp. 24-25.
- [Anuncio editorial sin firma], "Ellen White´s Use of Sources" [Uso de fuentes por Ellen White], Adventist Review (17 de septiembre de 1981), p. 3. También, entrevistas con el abogado Victor L. Remik, pp. 4-6, y Warren L. Johns, p. 7.
- De Peter C. Drewer para Neal C. Wilson, 27 de mayo de 1981, p. 3.
- De D. Arthur Delafield para Peter C. Drewer , 24 de junio de 1981, pp. 1, 5.
- Ibid., p. 5
- [Seventh-day Adventists], Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine (Washington: RHPA, 1957, pp. 89-90.
- W. C. White, "The Integrity of Testimonies," presentado en College View; Nebraska, 25 de noviembre de 1905. EGW Estate DF 10 i, pp. 7-8, 11.