En el adventismo circulan por lo menos tres listas que pretenden ser exactas en relación con los libros que estaban disponibles para que los usara la Sra. White. Las comparaciones presentadas aquí y en todo este libro son sólo una fracción del uso de algunos de esos libros. Aunque es posible que algunos de los libros de esas listas no fueran usados por Ellen White, también puede demostrarse que ella usó materiales no mencionados en ninguna de las listas disponibles hasta ahora.
Las comparaciones muestran varias cosas.
- Ella no fue original, sino una criatura de su tiempo, que usó materiales ajenos para expresarse en cada una de las áreas y en cada uno de los libros que lleva su nombre.
- Al principio, sus plagios eran muy toscos y sin pulir, y a menudo, copiaba palabra por palabra. Más tarde, sus plagios fueron a menudo muy refinados, demostrando que se había obtenido ayuda más
capaz en años posteriores, y hasta después de su muerte, para el trabajo de selección.
- Ahora se sabe que la mayoría de las "hermosas" declaraciones—si no todas—que se suponía eran originales de Ellen White procedían de otras personas.
- No fue Ellen White quien cambió en su capacidad para escribir con el correr de los años. Los toscos plagios de la
Ellen White de los primeros tiempos todavía se podían
discernir en sus años de ancianidad. Esto se vuelve evidente
cuando examinamos su propia escritura y lo que se
sabe fueron sus propios esfuerzos en años posteriores, y
separamos estos esfuerzos de las personas que le hacían la
mayor parte del trabajo.
- A veces, es difícil mostrar las notables similitudes comparando sólo unas pocas frases o hasta algunas páginas. Se recomienda encarecidamente que, si hay suficiente interés, se lleve a cabo un trabajo adicional a una escala más amplia, usando fuentes originales y haciendo comparaciones adicionales capítulo por capítulo.