NACIDO EN LA IGLESIA ADVENTISTA
Nací en el Hospital Adventista llamado Florida Hospital, en Orlando, Florida, EUA. Nadie entonces imaginaba que pasaría parte de mi vida como adulto trabajando en aquel mismo hospital. En aquella época el hospital Florida era pequeño. No era la organización de mil millones de dólares como es hoy. Los administradores todavía recibían sueldos de obreros. El hospital todavía no había comenzado a hacer inversiones con sus capitales en el mercado de acciones. Al tiempo en que mi hijo nació en el mismo hospital, las cosas habían cambiado dramáticamente. Y así ha habido cambios en la IASD como un todo. Gradualmente la Iglesia se fue apartando de las enseñanzas de sus pioneros.
Pasé 16 años en colegios adventistas. Desde mis primeros años me fueron enseñadas las doctrinas peculiares adventistas. Aprendí sobre la ley dominical nacional y como los católicos y protestantes se unirían para perseguir a los observadores del sábado. Me fue enseñado que Elena G. White era la profetisa de Dios y que experimentaba señales maravillosos, como no respirar y sostener una Biblia con manos extendidas por horas. Al crecer, aprendí sobre el juicio investigador y los tres mensajes angélicos. Vivía en condiciones de constante temor mezclado con expectativa. Temía la futura persecución y el tiempo de angustia, pero ansiaba por el regreso de Cristo.
Todos hablaban constantemente que Jesús volvería pronto, posiblemente en uno o dos años. Algunas ocasiones aparecieron personas estableciendo fechas y yo me quedaba ansioso y preocupado, pero entonces la fecha pasaba y todo continuaba como antes.
A lo largo de los años, aprendí que la IASD era el único y verdadero remanente de Dios y que Él estaba purificando y probando Su pueblo con la finalidad de prepararlo para permanecer perfecto sin un intercesor en Su presencia. Como criatura, esa era una pesada carga para suportar. Intentaba ser perfecto y observar el sábado de modo perfecto, pero siempre me parecía estar aquende el ideal. Miraba a mi alrededor procurando personas perfectas, pero no encontraba ninguna. Los ASD que yo conocía eran generalmente buenas personas, mas podía detectar poca diferencia entre ellas y otros cristianos. La mayoría de los ASD que yo conocía no tomaba café (por lo menos no delante de otros de la misma fe), no usaban joyas (excepto broches y alfileres ornamentales), pero cuanto a características de amor, aceptación, perdón y pureza, honestamente no podía ver que los ASD fuesen superiores a todos los otros cristianos.
La vida colegial fue una experiencia de abrir los ojos. Estar lejos del ambiente restricto del hogar parecía hacer venir a flote lo peor, tanto en mí como en los otros estudiantes. Caminar por corredores del dormitorio parecía a uno estar en un concierto de rock, con docenas de diferentes conjuntos de "Heavy Metal". La única pausa para las músicas rock era durante los sábados, cuando los estudiantes reducían los decibeles para evitar reprensión.
Un joven ASD alquilaba videos pornográficos y cobraba entrada para que otros fuesen hasta su cuarto para verlos. Era chocante ver 25 jóvenes amontonados en un cuarto de dormitorio para ver el vídeo.
En las noches de sábado el dormitorio se vaciaba, cuando los estudiantes partían para bares locales o discotecas. Yo a veces observaba los estudiantes caminando (o arrastrándose) de vuelta al dormitorio con los ojos rojos. Los estudiantes escondían cerveza, material pornográfico y cuchillos en sus cuartos. Ocasionalmente el preceptor hacía una "Inspección" en un determinado cuarto para confiscar el material ilegal.
Mientras tanto, en el dormitorio tuve oportunidad de conocer al bisnieto de Elena White, Steve White. Su cuarto quedaba del otro lado del corredor, en frente al mío. Él era un joven agradable y no se envolvía en algunas de las actividades irregulares de los demás.
Un estudiante fue expulsado mientras yo allí residía. Él moraba corredor abajo, y se llamaba Kevin. Era un sujeto amigable, apreciado y muy talentoso. Fue expulsado por actividades homosexuales. Él fue transferido para un colegio ASD en la costa oeste. Más tarde, con la edad de 19 años, cometió suicidio. No sé por que se mato. Imagino que no pudo suportar la presión de ser imperfecto.
Me convertí con la edad de 20 años. Pocos meses antes de esa experiencia comencé a sentir mi propia pecaminosidad tal como nunca había experimentado antes. Comencé a buscar respuestas y alguien me dio un ejemplar de uno de los libros del Pr. Morris Venden. Mientras lo leía, descorrí algo que debía alterar mi vida para siempre: "La salvación es por la fe". Me parecía un concepto totalmente nuevo. Hasta entonces yo tenía la impresión de que me salvaría siendo obediente a Dios y observando los diez mandamientos. No puedo explicar por que juzgaba que sería salvo por las obras. Nadie nunca me dijo que yo me salvaría por las obras. Fue simplemente algo que aprendí de mi experiencia y vida estudiantil. Comencé a ver las cosas bajo una luz totalmente diferente. Me sometí a Dios y le dediqué la vida.
Me quedé tan emocionado con respecto a mi nuevo nacimiento que deseé tornarme el mejor adventista que pudiese. Así, inicié la rutina que debería durar por más de diez años. Comencé una lectura diaria de los escritos de Elena White, a veces por horas seguidas. Con gran costo, monté una biblioteca de más de 50 libros de Elena White. Adquirí un CD-ROM con sus escritos y me metí en ellos. A todo, leí más de 10.000 páginas de sus escritos. Memoricé pasajes enteros. Comencé a distribuir Camino a Cristo para colegas de trabajo y amigos. En los sábados a la tarde iba de puerta en puerta distribuyendo sus libros, habiendo donado más de 1.000 ejemplares de Camino a Cristo.
En 1992 me envolví con el "Proyecto Gran Conflicto", sustentado por un ministerio independiente llamado "Ministerio Terminación de la Obra". Mientras vivía en Jacksonville, Florida, distribuimos 110.000 tarjetas a personas ofreciéndoles ejemplares de El Gran Conflicto. Más tarde me torné secretario ejecutivo de ese ministerio. Fue en esa posición que presencié algunos conflictos que muchas veces se manifiestan entre miembros de la iglesia. Había discordancia cuanto a los escritos de Elena White y otras cuestiones que finalmente dividieron el ministerio. El director salió, uniéndose al movimiento del Santo Nombre, y la directoria decidió dar fin al ministerio. Yo continué ocupando diversas posiciones en la IASD, tales como tesorero, líder de jóvenes asociado, diácono y líder de ministerios personales. Dirigía una clase de estudios bíblicos en los sábados a la tarde y acogía un pequeño grupo en mi casa los viernes por la noche.
Los escritos de Elena White tuvieron un dramático impacto sobre mi vida. En mis lecturas comencé a descubrir muchas reglas que yo y la mayoría de los ASD que yo conocía no estaban siguiendo. Comencé a hacer una lista con la finalidad de cumplirlas. Mi esposa protestó contra ese sistema, pero fui adelante. Ya éramos vegetarianos. Ahora yo eliminé en gran medida productos de origen lácteo, vinagre, huevos y azúcar de nuestro régimen alimenticio. Tal vez se están preguntando--¿Qué comían, entonces? ¡No mucha cosa! Mi peso cayó para niveles bien bajos y perdí energía. El régimen alimenticio insuficiente, combinado con la tensión de intentar vivir una vida perfecta, tuvieron su efecto sobre mi salud de manera como jamás me conseguirá recuperar.
Adicionalmente a los cambios dietéticos, yo realicé otros cambios. Me negaba a usar una alianza matrimonial e insistía con mi esposa para hacer lo mismo. Evitaba asociarme con los no-adventistas, excepto para el propósito de convertirlos al adventismo. Evitaba ir a médicos y emplear drogas de cualquier tipo, incluso Aspirina. Quitamos todas las fotos de los chicos y miembros de la familia de las paredes porque la Sra. White dijera que eso era idolatría. Cancelé nuestro seguro de vida porque la Sra. White declaró que los ASD no necesitan de seguro de vida. Dejé de adquirir títulos de capitalización para jubilación porque la Sra. White enseñó a que se evitasen inversiones. Llegué al punto de recomendar a mi esposa para consultarse solamente con ginecólogos el sexo femenino porque la Sra. White declaró que una mujer solamente se sometiera a exámenes por un ginecólogo hombre.
Luego descubrí que mis rígidas posiciones cuanto a Elena White me situaban fuera de la corriente mayor del adventismo. Mientras la mayoría de los adventistas profesen fe en Elena White, en verdad pocos siguen sus enseñanzas como deberían hacer. Los que siguen las enseñanzas tradicionales de Elena White y de los pioneros ASD son llamados "Adventistas Históricos". Comencé a asociarme más y más con organizaciones independientes dentro de la IASD, tales como la Hope International. Creía que esos grupos estaban predicando lo que Elena White describió como "Testimonio Directo".
Comencé a frecuentar una iglesia independiente y a ir a campamentos independientes. Conocí y conversé con muchos de los líderes del movimiento independiente, inclusive Ron Spear, Jan Marcussen, y Colin y Russell Standish. Luego descubrí que las mismas disputas y conflictos que ocurrían en la corporación regular de la IASD se daban también entre los ministerios independientes, con la diferencia que ocurrían con mayor intensidad. Había discusiones sobre interpretación profética, versiones bíblicas, como observar el sábado, régimen alimenticio, y otras cuestiones. Con todo, prevalecía un punto universal de concordancia: La institución de la IASD estaba corrompida y precisaba de ser reformada.
En 1996 descubrí material en Internet atacando a la Sra. White como profetisa. Me quedé contrariado. Me indignaba de que alguien criticase la profetisa de Dios. Por años había estado diciendo a los ASD como debían obedecer a Elena White. Me torné adepto de identificar que reglas de Elena White una persona no estaba siguiendo, y luego las criticaba por ser reincidentes en no seguir sus patrones. Ahora asumía la nueva misión de defenderla por Internet. Fundé una web page y elaboré argumentos para buscar explicar algunas de sus declaraciones nada comunes, tales como sobre "Amalgamación de Hombre y Bestia" (Ver artículo "Amalgamación de Hombre y Bestia" -- ¿Qué Quiso Decir Elena White?"). Me esforcé a desarrollar todo tipo de "Gimnasia Mental" a fin de explicar las cosas, y comencé a preguntarme si no estaría ultrapasando hasta los límites de la honestidad.
Mi primera duda sobre Elena White vino pocos meses después que yo había comenzado mi Web Site de apología de ella. El Pastor William Fagal, director del White Estate (Patrimonio White), me envió un e-mail indicando que algunos de los materiales en mi Web Site estaban incorrectos. El material fuera escrito por J. N. Loughborough y trataba de la historia de William Foy, el hombre que recibiera visiones antes de Elena White.
Fagal hacía notar que pesquisa posterior había comprobado que Loughborough estaba equivocado. Comencé a indagarme lo que más Loughborough había escrito que también estaría errado. ¿Qué decir sobre el relato de la gran Biblia sostenida en el aire? ¿Y sobre la falta de respiración en las visiones? Estas cuestiones son tratadas cándidamente por el Pastor Arthur Daniells, Presidente de la Asociación General, en la Conferencia de Profesores de Biblia e Historia de 1919. Comencé a imaginar por que Loughborough transmitiría informaciones erradas, y su propósito en rescribir la historia. No obstante, decidí dejar de lado mis dudas y confiar en que Elena White era la profetisa de Dios.
Cerca de un mes después, algunas personas en la Internet me desafiaron a leer el libro de Canright sobre Elena White. Decidí leer el libro con la intención de refutarlo. Lo leí y encontré muy perturbador, mas estaba determinado a probar que él estaba errado. Me dirigí a la biblioteca de la Universidad ASD local y comencé a cavar hondo en los antiguos documentos para ver lo que podría encontrar sobre Elena White y los pioneros. Gasté muchas horas investigando el material. Para mi sorpresa, no pude encontrar nada para refutar Canright. De hecho, todo cuanto descubría parecía apoyar lo que Canright escribiera. Me quedé perplejo. Comencé a investigar el tema de la "Puerta Cerrada" y descubrí que Elena White había de hecho visto que la puerta de salvación se cerrara para los pecadores en 1844 en por lo menos una de sus visiones (ver artículo "El Episodio de la Puerta Cerrada"). Leí la visión varias veces nuevamente, luchando para encontrar su lógica.
Luché con la cuestión de la visión empleando mi mejor gimnasia mental para tornarla compatible con lo que creía, pero en vano. No podía contornear el problema. La Sra. White había visto una falsedad en visión. Quedé confundido y indignado. Decidí estudiar más a fondo antes de tomar una decisión.
Comencé a estudiar sobre su condición médica. Sus propios doctores ASD la habían diagnosticado como víctima de histeria cataléptica, de modo que investigué esas condiciones. Descubrí que personas bajo tales condiciones experimentan alucinaciones y sus cuerpos se tornan rígidos y su respiración casi se detiene. También descubrí que tales condiciones pueden ser provocadas por un daño en el cerebro. Posteriormente descubrí que tales condiciones generalmente se manifiestan en mujeres, y que los síntomas comúnmente paran en la media edad, tal como las visiones de la Sra. White, que disminuían y finalmente pararon en su media edad.
Comencé a preguntarme ¿por qué Dios daría a alguien visiones en una manera que se asemejaba tanto a los patrones de una conocida condición médica? Parecía, en la mejor de las hipótesis, ser una coincidencia.
La gota de agua fue el Día de la Expiación. Me senté y leí Levítico 16 y Hebreos 9 y 10. Leí esos capítulos repetidamente. Abrí la gramática griega y procuré las palabras. Todo lo que yo leía indicaba que Cristo entró en el lugar Santísimo por ocasión de su ascensión. Sin las visiones de Elena White, no podía situar el Día de la Expiación en 1844. La Biblia claramente lo sitúa en 31 AD.
Finalmente, fui forzado a admitir, por el enorme peso de la evidencia, que la Sra. White no era una profetisa de Dios. Eso me dejó arrasado. Me quedé enfermo y sobre una cama por seis días. Me torné deprimido y desanimado. Fueron necesarios varios meses antes de renunciar a mi condición de miembro de la IASD. No podía más apoyar una organización de yo juzgaba no haber sido plenamente honesta al respecto del ministerio de Elena White.
Descubrí que no estaba solo. Muchos ASD actuales y ex-miembros de la Iglesia no creen en Elena White como profetisa. Muchos líderes de la IASD están informados de los problemas con Elena White, pero no discuten tales problemas con los miembros de la iglesia. Los miembros son dejados creyendo en una mentira blanca. Hay profesores de teología, pastores y estudiantes que no creen en la mentira blanca. Con todo, ellos deben profesar algún nivel de creencia en ella a fin de mantener su posición. Supongo que justifican su falta de sinceridad alegando que la lectura de Elena White no causará mal alguno. Puedo testimoniar de que esta es una falsedad. Seguir todas las imposiciones de la Sra. White puede no solo causar tensión y desaliento desnecesarios en su vida, como de hecho puede terminar costando su propia existencia. ¿Cómo? Siguiendo los extremos en régimen alimenticio y evitando médicos y remedios. Puedo también testificar de la pierda en la vida espiritual. Cuanto más leía los "Testimonios", más me ponía a juzgar y criticar y mantener un espíritu severo. Se juzga que mis actuales páginas en el Web Site son demasiado duras, tenga misericordia de mí. Dios está todavía operando para removerme ese espíritu.
Me siento feliz porque Dios me reveló la verdad sobre Elena White. Aún rindo culto a Dios en el sábado, pero no creo más ser el sábado el "sello de Dios" o la marca de identificación del pueblo de Dios. Cuando no estoy visitando una IASD, asisto en la Iglesia de Dios, observadora del sábado.
No estimulo a las personas a salir de la IASD. Ella sigue la Biblia más fielmente que cualquier otra iglesia. Estimulo las personas a siguieren la dirección divina. Fue para mí la decisión acertada. Puede no ser la decisión adecuada para usted. Nunca me arrepentí de haber salido de la IASD.
Mi única queja es de los líderes adventistas no me contaren la verdad sobre Elena White. Esto es el motivo de este Web Site. Deseo proporcionarle informaciones sobre Elena White que me costaron meses y meses de pesquisa para obtener. Deseo que tenga oportunidad de examinar toda la evidencia a fin de capacitarse a tomar una decisión bien fundamentada relativa a la inspiración de Elena White. La IASD tiene prestado un malo servicio a su pueblo por suministrarle solamente informaciones parciales sobre Elena White. Cuando la IASD comenzar a proporcionar informaciones completas sobre ella, yo cerraré este Web Site.
Que Dios bendiga usted en su jornada con Él.
(Firmado) Dirk Anderson